El pensamiento mágico de EE.UU. de una agenda verde financiada por cantidades interminables de dinero de la imprenta sólo terminará en lágrimas.
Por David P. Goldman
Los precios de todas las materias primas energéticas se dispararon el mes pasado, en algunos casos con márgenes récord, ya que la escasez mundial de energía desencadenó una carrera por el gas, el carbón y el petróleo. El crudo Brent se ha duplicado en el último año, el carbón de Newcastle se ha cuadruplicado y el natural de Holanda se ha multiplicado por siete.
Hay muchas pequeñas razones que explican la escasez de energía en el mundo, y una grande: La inversión en hidrocarburos se ha desplomado bajo la presión de la agenda verde adoptada por consenso internacional.
La inversión en energía en Estados Unidos ha disminuido al boicotear los grandes inversores institucionales las inversiones en combustibles fósiles. La crítica escasez de electricidad en China es el resultado de una regulación draconiana de la minería del carbón, agravada por la prohibición punitiva de Pekín a las importaciones de carbón australiano.
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Fuente:
David P. Goldman, en Asia Times: Green bubbles threaten to pop stock markets.
