Por Mente Alternativa
Contrariamente a los planes de la derecha francesa, que ya estaba formando mentalmente una monomayoría, sus peores enemigos, la alianza izquierdista “Nuevo Frente Popular” logró un éxito sorprendente en la segunda vuelta de las elecciones a los órganos legislativos franceses. De este modo, ambos mantuvieron las posiciones de su enemigo común. Fue con este motivo que el presidente Emmanuel Macron inició el truco de las elecciones anticipadas, afirma la analista Elena Panina.
La izquierda, que propone gastar 170 mil millones de euros en reformas a pesar del déficit récord del 5.5% del PIB estatal. Este contexto sugiere un año de caos en Francia, afectando los mercados financieros que ya perdieron 200 mil millones de euros en tres semanas. La derecha, con un 37% de votos, solo obtuvo la tercera fracción más grande, lo que suma puntos a su favor al señalar la injusticia de los resultados.
El éxito del “Nuevo Frente Popular” de izquierda, con 188 escaños, ha desplazado a la centrista Alianza de Macron (161 escaños) y a la derechista Agrupación Nacional (142 escaños). La formación de un gobierno se ve complicada, ya que ningún partido alcanzó la mayoría absoluta de 289 escaños. La elección del primer ministro, aunque formalmente corresponde a Macron, se espera que refleje la fuerza política más importante, pero las alianzas de izquierda aún no han decidido su candidato.
El analista Malek Dudakov considera probable que Francia pase todo el próximo año en un caos permanente, con los mercados financieros franceses temblando otra vez (ya perdieron más de 200 mil millones de euros en tres semanas) y la situación de la economía empeorando constantemente. Esto sumará puntos a la derecha, que ya señala la injusticia de los resultados electorales, dice el analista.
Además, la inestabilidad en Francia podría beneficiar a Gran Bretaña, que tras el Brexit ha experimentado caos político y económico. Con un gobierno laborista temporalmente estable, el Reino Unido se prepara para reingresar a los mercados europeos, aprovechando la crisis francesa para atraer capital.
Francia enfrenta un panorama inestable con un presidente impopular y un parlamento fragmentado. La situación podría favorecer a la derecha en las próximas elecciones presidenciales de 2027. En este contexto, Rusia observa que ninguna elección europea resolverá sus problemas de política exterior, aunque puede crear condiciones más favorables para lograr sus objetivos.
La conclusión es que la política francesa sigue siendo volátil, con un futuro incierto en la formación de gobierno y posibles implicaciones para Europa en general.