A una semana del circo mediático sobre el juicio político contra Donald Trump, cuyo objetivo realmente es el de perpetrar un golpe de Estado contra el Presidente electo de Estados Unidos, las líneas de batalla se ven cada vez más nítidas. Lo que hay es una guerra total entre dos “narrativas” diametralmente opuestas sobre la situación estratégica y la Presidencia de Trump, señaló ayer Helga Zepp-LaRouche. Nuestra tarea consiste en atacar la operación de golpe en su flanco débil, dando a conocer la verdad del asunto de Ucrania: los británicos y el gobierno de Obama, en particular el vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter, orquestaron un golpe de Estado nazi en Ucrania a principios de 2014, la mentada “revolución de Maidan”, con el fin de destruir al país y de amenazar la existencia misma de Rusia como Estado soberano. El objetivo en Hong Kong es el mismo. Así como, el objetivo en Ucrania era Rusia, lo es China en Hong Kong. Y si se permite que esto continúe, advierte LaRouche, habrá una guerra termonuclear.
A difundir la verdadera historia de Ucrania detrás del golpe de Estado contra el Presidente Trump; alto al intento de golpe “Maidan” en Hong Kong contra China
Cuando Rusia respondió para defenderse de ese ataque, y que Crimea votó para regresar a formar parte de Rusia, se utilizó eso para poner en marcha la cadena de acontecimientos que se tenían preparados de antemano, como la imposición de sanciones, una mayor expansión de la OTAN hacia el este frente a las fronteras de Rusia, junto con otros ataques mediáticos a Rusia, todo lo cual ha hecho prácticamente imposible para el Presidente Trump que lleve a cabo una buena relación funcional con ese país, lo cual ha sido su objetivo declarado.
A principios de la semana, dos parlamentarios ucranianos, Andriy Derkach y Oleksandr Dubinsky, hicieron revelaciones públicas sobre el sórdido golpe de Estado nazi en Ucrania, y acusaron además que los $16.5 millones que le pagó la compañía ucraniana Burisma a Hunter, fue de hecho dinero que le robó el dueño de Burisma, Mykola Zlochevsky, al pueblo ucraniano. Esta declaración, cuyos detalles está por confirmar una investigación independiente, ha sido bloqueada por completo en los medios informativos de Estados Unidos, y por ende, del resto del mundo; más aún, las cuentas de Twitter que se atrevieron a informar sobre el asunto fueron bloqueadas, para que no se rompiera con el ambiente controlado premeditado en torno al lavado cerebral mediático al pueblo estadounidense durante el circo del juicio político.
La intención de fondo en el golpe 2014 en Ucrania, era la guerra. El equipo de sicarios diplomáticos de Obama lo dirigía el vicepresidente Joe Biden y la funcionaria del Departamento de Estado Victoria Nuland, la cual se jactó en una ocasión de que el aparato de “cambio de régimen” de Estados Unidos había gastado $5 mil millones de dólares para establecer y entrenar grupos de cubierta ONG antirrusos. Lo que no dijeron, pero tampoco escondieron de ningún modo, es el hecho de que la punta de lanza violenta de la revuelta de la plaza Maidan eran organizaciones y milicias abiertamente nazis que ondeaban la bandera de las organizaciones fascistas ucranianas que durante la Segunda Guerra Mundial se integraron con los nazis.
Luego de que se ejecutó el golpe, culparon a Rusia del caos en que se hundió Ucrania, del mismo modo que culpan a Rusia de cuanto mal imaginario o fabricado hay en el mundo. La economista ucraniana Natalia Vitrenko, ex miembro del parlamento ucraniano y dirigente del Partido Socialista Progresista de Ucrania, habló en la Conferencia del Instituto Schiller que se llevó a cabo el pasado 16 y 17 de noviembre en Alemania. Vitrenko hizo una exposición de cómo fue que Ucrania pasó de ser una nación industrial prominente, para convertirse en un caso perdido: su población que era de 52 millones de habitantes, perdió 20 millones; pasó a ocupar el último lugar en términos de ingreso per cápita en las 42 naciones de Europa, con un €1,830 euros, comparado con el promedio europeo de €14,739 euros. Ese fue el “éxito” de la “revolución democrática” de Obama y Biden en Ucrania, un fenómeno que se pretende repetir ahora en Hong Kong, por medio de las mismas instituciones subversivas de Londres y Washington.
Los británicos y sus aliados en Estados Unidos han lanzado una violenta ‘revolución Maidan’ similar en Hong Kong
En realidad, el objetivo en Hong Kong es la misma China, del mismo modo en que el objetivo en Ucrania era Rusia. Si se permite que esto continúe, habrá guerra, una guerra termonuclear.
Ahora los británicos y sus aliados en Estados Unidos han lanzado una violenta “revolución Maidan” similar en Hong Kong, esta vez para forzar a China que intervenga en defensa de sus intereses estratégicos esenciales de tal modo en que esa acción se utilice como el pretexto para meter otra cuña mayor entre el Presidente Xi Jinping y el Presidente Trump. Un editorial en el diario semioficial chino en inglés Global Times publicado el 21 de noviembre, destaca que Hong Kong enfrenta la amenaza de ser “borrada del mundo moderno”, lo cual constituye una amenaza existencial a la misma China, y no se toleraría.
En medio de esta situación estratégica que se mueve rápidamente, en donde el sistema financiero transatlántico se desintegra y el destino de las generaciones futuras se decide en las próximas semanas y meses, el semanario Executive Intelligence Review (EIR) anunció la publicación de su estudio estratégico para exponer la histeria contra China como parte del intento de golpe contra el Presidente Trump. El título del folleto de 24 páginas es End the McCarthyite Witch Hunt Against China and President Trump (A parar la cacería de brujas macartista contra China y el Presidente Trump) y presenta asimismo la alternativa programática de LaRouche a la guerra y al colapso económico, que de lo contrario le impondría el quebrado imperio británico al planeta.
Uno se preguntará, ¿por qué quiere alguien una guerra termonuclear? El hecho es que la explosión financiera que casi acabó con la economía mundial en el 2008, no llevó a la reorganización económica y financiera que propuso Lyndon LaRouche, mediante la restauración de las regulaciones de Roosevelt que se habían derogado en la década de 1990, a fin de acabar con la economía especulativa de casino, para crear una economía a favor del crédito para la reindustrialización, la generación de infraestructura, y para regresar a la exploración espacial y la energía nuclear. En vez de esto, se rescataron las apuestas financieras de los especuladores, y se restauró la economía de casino a plenitud, lo cual nos deja hoy con una burbuja financiera casi del doble de la que había en 2008, la cual va a estallar en cualquier momento.
Lo que más temen los lords de la City de Londres y de Wall Street es al nuevo paradigma que está surgiendo a una velocidad increíble en la forma de la cooperación entre China y Rusia en la Nueva ruta de la Seda, en la cual participan ya más de 150 naciones, muchas de las cuales ven por primera vez una vía para salir de la pobreza y del atraso, para convertirse en naciones industrializadas. Trump ha insistido en innumerables ocasiones que ser amigos de Rusia, “es algo bueno, no es malo”, y que Xi Jinping es un brillante dirigente de su nación, lo cual aterroriza a esos lords, ya que dicha cooperación implicaría el fin del imperio británico y de la división geopolítica del mundo para bien. Mejor la guerra que el fin del imperio, es la consigna de los oligarcas.
Peor aún, temen al hecho de que Trump es tan “indisciplinado” que, cuando la burbuja estalle, quizás no se vuelva hacia Wall Street, sino a LaRouche. Tenemos que hacer de esto una certeza.
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Fuentes:
LaRouche PAC — El mundo tiene que reconocer finalmente que lo de Maidan 2014 fue un golpe de Estado fascista controlado por Estados Unidos y los británicos.
