Por The Daily Sceptic
Un nuevo estudio publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM) muestra no solo que la eficacia de la vacuna Covid de Pfizer se vuelve negativa (lo que significa que los vacunados tienen más probabilidades de infectarse que los no vacunados) en un plazo de cinco meses, sino que la vacuna destruye cualquier protección que una persona tenga de la inmunidad natural.
El estudio es un gran estudio observacional que analiza a 887.193 niños de entre 5 y 11 años en Carolina del Norte, de los cuales 273.157 (30,8%) recibieron al menos una dosis de la vacuna de Pfizer entre el 1 de noviembre de 2021 y el 3 de junio de 2022. El estudio incluye 193.346 infecciones de SARS-CoV-2 notificadas entre el 11 de marzo de 2020 y el 3 de junio de 2022.
Los investigadores utilizaron una forma de modelización estadística con ajustes por factores de confusión (como las condiciones subyacentes) para calcular las estimaciones de la eficacia de la vacuna a lo largo del tiempo y contra las diferentes variantes de Covid.
Los resultados se muestran en los siguientes gráficos. En el gráfico A, obsérvese que las líneas verde y azul, que representan a los niños vacunados en noviembre y diciembre, respectivamente, pasan de cero a territorio negativo en un fuerte gradiente a los cinco meses de la primera inyección. No está claro por qué la línea verde no se prolonga más allá de abril, ya que los investigadores presumiblemente tenían los datos, pero por lo que se muestra, parece que la eficacia de la vacuna seguirá disminuyendo hasta llegar a territorio negativo.
En el gráfico B, vemos que tanto la línea roja como la azul -que representan a los niños vacunados y previamente infectados y no infectados, respectivamente- vuelven a pasar por cero en una pendiente pronunciada a los cinco meses de la vacunación. El hecho de que los vacunados que tienen inmunidad natural por una infección previa también vean una eficacia negativa es una sorpresa, ya que no se esperaría que los que tienen inmunidad natural fueran más susceptibles a la infección que los que no la tienen.
Los gráficos C y D sugieren que es la vacuna la que está causando este preocupante borrado de la inmunidad natural. El gráfico D muestra la eficacia de la inmunidad natural de la infección previa entre los vacunados. Obsérvese que la línea azul, que es la protección contra la variante Delta entre los vacunados y los infectados anteriormente, llega a cero en un gradiente pronunciado en siete meses. Ahora mire la línea azul en el gráfico C, que es la protección contra la variante Delta en los infectados previamente y no vacunados. También está disminuyendo, pero mucho más lentamente, y después de ocho meses todavía está en territorio positivo en más del 50%. Lo mismo puede decirse de la inmunidad natural contra las variantes anteriores (línea verde), que disminuye lentamente y sigue siendo positiva después de 16 meses. ¿Por qué la inmunidad natural sigue siendo protectora para los no vacunados, mientras que en los vacunados su “protección” se vuelve negativa aunque tengan inmunidad natural?
Esto es muy preocupante porque sugiere no sólo que las vacunas dan una “protección” negativa después de unos meses, sino también que destruyen la protección que debería haber proporcionado la inmunidad natural. Los no vacunados conservan su protección de la infección anterior, pero los vacunados acaban teniendo una eficacia negativa aunque hayan sido infectados previamente. Esto significa que las vacunas parecen demoler la inmunidad natural de una persona y la dejan más vulnerable a la infección de lo que era antes.
Los nuevos hallazgos se suman a la creciente preocupación de los científicos por el efecto de las vacunas Covid en el sistema inmunitario. Un estudio reciente en ratones descubrió que las vacunas de ARNm como la de Pfizer inhiben la respuesta del sistema inmunitario a otros patógenos. En ese estudio (que aún no ha sido revisado por pares), el culpable parecía ser las nanopartículas lipídicas (LNP) que transportan el ARNm de la vacuna: “Descubrimos que la preexposición a las ARNm-LNP o a las LNP solas provocaba una inhibición a largo plazo de las respuestas inmunitarias adaptativas”.
Otro estudio previo encontró que la vacuna de Pfizer “induce una compleja reprogramación funcional de las respuestas inmunitarias innatas”, incluyendo la “inhibición de las respuestas inmunitarias innatas”.
Curiosamente, los autores del nuevo estudio no llaman la atención sobre sus alarmantes hallazgos. En su lugar, concluyen que la vacuna “confirió una inmunidad considerable contra la infección por Omicron”, aunque la alta protección sólo duró semanas y fue negativa en meses. También concluyen que “la rápida disminución de la protección contra la infección por Omicron que fue conferida por la vacunación y la infección previa proporciona apoyo para la vacunación de refuerzo” – como si lo que la gente realmente necesita es más de estas inyecciones.
Pero los resultados del estudio hablan por sí mismos, y son muy preocupantes. Cada vez está más claro que fue un error precipitarse en la comercialización de la tecnología de las vacunas de ARNm, y que las vacunas deben ser retiradas del mercado y devueltas a la fase de investigación hasta que se conozcan mejor todos sus efectos y su perfil de seguridad.
Fuentes:
Dan-Yu Lin, Ph.D., et al: Effects of Vaccination and Previous Infection on Omicron Infections in Children. September 7, 2022. DOI: 10.1056/NEJMc2209371.
The Daily Sceptic: Covid Vaccine Destroys Natural Immunity, NEJM Study Shows. 12 de septiembre de 2022.
