Por Executive Intelligence Review
La visita que hicieron a Ucrania el 8 de abril la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y el responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, marcó un gran paso en la transformación de la Unión Europea en una economía de guerra. Con el trasfondo de la prohibición decretada por la UE dos días antes a las importaciones del carbón ruso, von der Leyen insinuó también que la UE contempla un embargo total del petróleo y gas de Rusia lo antes posible. El acuerdo de entrega de 15.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado (GNL) para finales de este año, que firmó con Estados Unidos el 26 de marzo, ya muestra por dónde irán las cosas. En cuanto a la “independencia total” de las importaciones energéticas de Rusia, el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW, por sus siglas en alemán) vinculado al gobierno, explicó que este objetivo podría lograrse para finales de año, pero a costa de imponer recortes sustanciales al consumo de gas por parte de los hogares y de la industria de Alemania, por encima de la carga que ya tienen los hogares y las empresas por el aumento de los precios en los alimentos y la energía causados por las sanciones.
“Si se maximiza el potencial de ahorro energético y al mismo tiempo se amplían los suministros de otros países proveedores de gas natural en la medida en que sea técnicamente posible, el suministro de gas natural de Alemania estará asegurado incluso sin las importaciones rusas en el año en curso y en el próximo invierno 2022-2023”, alega el DIW en un documento que publicó el 8 de abril. Sin embargo, agrega “es cierto que el suministro adicional no es suficiente para sustituir todas las importaciones anteriores de gas natural ruso”, pero junto con la disminución en el consumo de gas natural, el suministro energético alemán podría estar asegurado, sostiene el DIW. Se podría reducir la demanda hasta en un 26%. Esto podría eliminar hasta la mitad de los suministros rusos, proclama el DIW. “Mientras que el gas natural en el sector eléctrico puede sustituirse con fuentes alternativas de energía en el corto plazo, los ahorros en la industria van acompañados de una caída en la producción. Por lo tanto, las industrias especialmente afectadas deben ser compensadas”, pero lo que entienden por “afectadas” significa en la práctica el cierre obligado.
Justo al regreso de von der Leyen de Kiev, el gobierno alemán comenzó a avanzar en esa dirección efectivamente, y anunció nuevos empréstitos por €100.000 millones de euros para financiar préstamos puente reembolsables a la industria. Al igual que el presupuesto extraordinario de defensa de €100.000 millones de euros, esperan que el programa hermano se financie en gran medida con recortes en los presupuestos no militares, en particular en el gasto social del gobierno.
En cuanto al aspecto de la militarización, Borrell declaró durane su estancia en Kiev que los Estados miembros de la UE deben aumentar sus entregas de armas a Ucrania. “Poner el acento en las entregas de armas… Las sanciones son importantes, pero las sanciones no resolverán el problema de la batalla en el Donbás”. Dijo que está claro que “la guerra se decidirá en la batalla por el Donbás”.
Salta a la vista que la burocracia de la Unión Europea está totalmente comprometida con los esfuerzos por militarizar la situación y sabotear cualquier sustento para la diplomacia que procure una solución pacífica en Ucrania. Lo último en este sentido lo declaró la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en camino a a una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Luxemburgo el 11 de abril (olvidando de repente que su cartera no es la de Defensa, sino supuestamente la de la diplomacia) que “no es el momento de más excusas… Lo que Ucrania necesita sobre todo son armas, incluido armas pesadas”.
Fuente:
Executive Intelligence Review: La Unión Europea en la senda de la guerra: armas y austeridad. 12 de abril de 2022.
