Por Rodney Atkinson
Las vacunas COVID ofrecidas (y ahora cada vez más y de forma ilegal bajo la ley internacional) forzadas a la gente son experimentales, no pasaron por pruebas completas en animales, no son vacunas sino terapia genética, no han sido autorizadas y en los Estados Unidos, el Reino Unido y Europa ha habido más de 25.000 muertes y millones de reacciones adversas.
Pero a los que se vacunan no se les ha informado de estas reacciones antes de ser inyectados y, por tanto, no pueden haber dado el “consentimiento informado” que exige la ley -y el Código de Nuremberg-.
Hay quienes han muerto después de rechazar las vacunas – pero ha habido muchos miles que han muerto después de tomar la vacuna. Al menos sabemos que el 93% de estos últimos estaban perfectamente sanos antes de ser vacunados (sólo el 7% de la población del Reino Unido ha sido infectada y la gran mayoría de forma leve).
Las vacunas, según las cifras oficiales, también han contagiado a los vacunados de COVID: 1170 casos (denominados “breakthrough”) en el Reino Unido. De los que contrajeron COVID por la vacuna, la tasa de mortalidad fue (para las vacunas de Pfizer y AZ) superior al 6%. Pero la tasa global de mortalidad en el Reino Unido es sólo del 2,2%.
Contrasta estos hechos con el Coordinador de Respuesta a la Pandemia de la Casa Blanca que dijo (Yahoo news 6/8/21) –
“Las vacunas siguen siendo excepcionalmente eficaces en la protección contra la enfermedad grave y la muerte. En las raras ocasiones en las que el coronavirus atraviesa las protecciones que ofrecen las vacunas, el brote resultante de COVID-19 tiende a ser leve.”
Estas mentiras políticas y corporativas están seduciendo a millones de personas para que tomen una vacuna asesina, que es mucho más peligrosa estadísticamente para cualquier persona menor de 50 años que el peligro del propio virus. Y la edad media de los que han muerto con COVID (no de COVID) es de más de 80 años.
Por supuesto, tome su propia decisión después de leer los hechos, pero no crea en las fuentes oficiales y corruptas que son mentirosas.
Mentiras y manipulación sobre el COVID
Los “verificadores de hechos” del gobierno y de los fascistas corporativos (¿alguna vez una expresión ha tomado el sentido opuesto a su significado con tanta rapidez?) se han vuelto expertos en mentiras y manipulación de la verdad en lo que respecta a las vacunas, los casos de COVID y las muertes por COVID.
Como es de esperar en una sociedad fascista y corporativista, el Estado no ha legislado para despedir a los empleados por no estar vacunados, sino que se sienta y permite que las instituciones estatales prohíban a los no vacunados y que las empresas privadas despidan a sus empleados. Esto es la clásica ley arbitraria (normas selectivas y diferentes según tu situación/creencias – el sello del fascismo).
Igualmente arbitrarios son los llamados “casos de COVID” que, por supuesto, no son “casos” en absoluto, sino simplemente aquellos que han dado positivo en las completamente inútiles “pruebas de flujo lateral” y en la igualmente inútil prueba PCR (desarrollada cuando el virus COVID ni siquiera había sido aislado o secuenciado) y que ahora va a ser eliminada en los Estados Unidos.
Las muertes por COVID no son más que un 12% de la cifra real, el resto son muertes por otra causa pero con el paciente que ha dado positivo en los 28 días anteriores a la muerte, a menudo habiendo contraído la infección en el hospital.
Así pues, el Gobierno utiliza el fatuo “resultado positivo a 28 días de la muerte” cuando cuenta “casos de COVID”, pero cuando se cuentan las muertes tras la vacuna de la misma manera, de repente dicen que “no hay pruebas de que la vacuna sea la culpable”.
La tergiversación arbitraria de las definiciones para adaptarlas al poder del Estado es otra característica del fascismo.
El dinero corrompe a los médicos que administran las vacunas
A pesar de sus síntomas, algunos de los que reaccionaron a la primera dosis de la vacuna están siendo presionados por los médicos de cabecera para que se les administre la segunda. Tal vez porque los consultorios médicos reciben 25,16 libras por cada persona vacunada dos veces. Con una media de 9.000 pacientes por consulta (aunque los menores de 16 años aún no pueden recibir la vacuna, por lo que hay que restar una sexta parte, 1.500), esto podría suponer un incentivo de 188.000 libras. Vea esto.
Al igual que estos médicos sabemos que prácticamente todos los miembros del Comité SAGE del Gobierno que tomaban decisiones durante esta epidemia trabajaban para instituciones que recibían millones de la Fundación Bill Gates por lo que la Agencia Reguladora de la Medicina y la Salud del Reino Unido (que tomaba decisiones sobre la seguridad de las vacunas) recibía donaciones de la Fundación Gates cuando el propio Gates gana cientos de millones con esas vacunas. Gates y el corrupto establishment médico británico hacen que David Cameron y el corrupto Parlamento de Westminster parezcan aficionados. Freenations ya informó de los efectos corruptores de la investigación del dinero de Gates en la Universidad de Keele: ver esto.
Los vacunados se infectan y mueren
Como sabemos por el VAERS oficial reportado en este sitio web decenas de miles de muertes y lesiones graves y a largo plazo han sido causadas por estas vacunas experimentales, sin licencia. Y ESTAS PERSONAS NO ESTABAN ENFERMAS ANTES DE SER VACUNADAS.
En Alemania, el director del Instituto Patológico de la Universidad de Heidelberg, Peter Schirmacher, (que ya estaba dirigiendo un proyecto de autopsias financiado por el Estado sobre personas que han muerto a causa de la Covid-19) también hizo la autopsia a más de 40 personas vacunadas fallecidas.
Llegó a la conclusión de que entre el 30 y el 40 por ciento murieron a causa de la propia vacunación. El patólogo citó “efectos secundarios raros y graves de la vacunación, como la trombosis de las venas cerebrales o las enfermedades autoinmunes”. Vea esto.
La farsa de la vacunación revelada
Aunque este asunto es demasiado serio como para calificarlo de farsa, la siguiente conversación entre una persona que llama y el Centro de Control de Enfermedades de EE.UU. muestra lo inútiles que son los impulsores de la vacunación:
Lo primero que le dice el CDC a la persona que llama es que “debería pincharse -vacunarse- independientemente de si ya ha tenido COVID-19” esto es a pesar de los estudios que muestran una inmunidad NATURAL a largo plazo después de COVID (y una inmunidad a muy largo plazo después de otros coronavirus). Vea esto.
Extractos de la conversación:
ME: Um, si estoy sano y no quiero el pinchazo, ¿hay alguna razón para que me lo hagan?
CDC: Sí, por el colectivo.
YO: ¿Cómo se beneficia el colectivo de que me pinchen?
CDC: Porque podrías contagiar el virus a otra persona que podría enfermar y morir.
YO: SÍ, PARA EL COLECTIVO: ¿Puede una persona pinchada contagiar el virus a otra?
CDC: Sí.
ME: Entonces, si me pincho, ¿puedo contagiar el virus a otra persona?
CDC: Sí.
YO: Pero creía que acababas de decir que la RAZÓN por la que debía pincharme era para evitar que contagiara el virus. ¿Qué sentido tiene eso si aún puedo contagiar el Covid y propagarlo después de recibir el pinchazo?
CDC: No importa eso.
ME: ¿Hay mucha gente en los Estados Unidos que se contagia de Covid después de haberse pinchado?
CDC: Hemos dejado de rastrear los casos de avance. Aceptamos informes voluntarios de avances, pero no los buscamos.
ME: ¿Significa eso que si alguien llega al hospital con Covid, no lo rastrean porque ha sido pinchado? ¿Sólo rastrean los casos de Covid no pinchados?
CDC: Así es.
Fuente:
Rodney Atkinson, en Global Research: UK Vaccine Fatality Rate Higher than Virus, Official Lies, Money Corrupts Medicine.
