Por Mente Alternativa
Ayer, la Reserva Federal redujo su tasa de interés de referencia por primera vez en cuatro años, con un recorte de medio punto, el doble de lo habitual. Esta decisión fue apoyada por la mayoría de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), excepto Michelle Bowman, quien abogaba por un recorte de un cuarto de punto.
Aunque el mercado esperaba una reducción de entre un cuarto y medio punto, la volatilidad del índice Dow Jones sorprendió a muchos. Tras el anuncio de la Fed a las 2 p.m., el Dow alcanzó un máximo histórico intradía, pero minutos después sufrió una caída abrupta de más de 300 puntos, seguido por un repunte de 200 puntos durante la conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell.
Powell, un abogado y no un economista, intentó calmar las preocupaciones sobre las proyecciones de tasas restrictivas, aunque la respuesta del mercado fue desfavorable. Al finalizar su conferencia, el Dow cerró con una pérdida de 103 puntos, tras una caída total de 478.87 puntos desde su máximo.
Dos megabancos del Dow, JPMorgan Chase y Goldman Sachs, mostraron fluctuaciones similares, pero al cierre lograron mejores resultados, posiblemente gracias a sus “Dark Pools”, mercados internos donde pueden negociar sus propias acciones sin transparencia. Estos bancos mantienen una relación compleja con la Fed, siendo tanto regulados como beneficiarios de rescates masivos, lo que genera sospechas sobre posibles conflictos de interés, advierten los analistas Pam y Russ Martens, de Wall Street On Parade.
La situación plantea dudas sobre la eficacia y transparencia del sistema financiero actual, y los Martens piden la reinstauración de la Ley Glass-Steagall para separar los bancos comerciales de los de inversión y proteger la economía.
Por qué necesitamos una nueva Ley Glass-Steagall para domar a los megabancos