En este artículo, Roger Burkhardt, de TSG Referendum, se cuestiona por qué —de entre todas las alternativas posibles— la prueba PCR introduce precisamente un hisopo a través de la nariz, a unos cinco centímetros de profundidad en la nasofaringe, para tomar la muestra de células frotando una delgada placa por la que atraviesan células nerviosas (neuronas) del nervio olfativo. Según la hipótesis de Burkhardt, esto se debe a que los hisopos inyectan nanopartículas en el cerebro de las víctimas sometidas a la prueba. Dichas “nanopoartículas” han sido identificadas con microscopio y filmadas por diversos usuarios, como se muestra en el siguiente vídeo.
Por Roger Burkhardt
La revista científica alemana Quarks confirma en este artículo que: “Las vacunas de ARN ofrecen muchas ventajas. Los médicos no tendrían que inyectar necesariamente la vacuna. La mayoría de las vacunas de ARN se administran directamente por vía nasal. Esto parece tener sentido, ya que muchas infecciones comienzan en las membranas mucosas superiores”. ¿Han considerado los militares las posibles consecuencias de todo esto?
La periodista Candice Vacle (Reseau International, Investig’Action et Mediapart) llamó la atención del autor sobre los trabajos de la Dra. Alexandra Henrion-Caude, genetista francesa. La Dra. Henrion-Caude fue directora del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) de París. La institución de investigación y desarrollo Inserm depende del Ministère de la Santé (Ministerio de Sanidad) y del Ministère de la Recherche (Ministerio de Investigación) de la República Francesa.
El Dr. Henrion-Caude explica en el vídeo, desde el minuto 33:16 hasta el 37:35, que el hisopo utilizado para la prueba PCR se introduce en la nasofaringe para extraer células del etmoides por frotamiento. El etmoides contiene la delgada, sensible y frágil placa cribiforme. Esta placa está perforada con finos agujeros. Estos orificios están atravesados por células nerviosas (neuronas) del nervio olfativo. Así, la placa cribriforme puede dirigirse para administrar medicamentos y vacunas nanoparticuladas directamente al cerebro. La punta del bastoncillo recubierto de nanopartículas llega exactamente al lugar adecuado para que las nanopartículas lleguen al interior del cerebro.
Si el virus SARS-CoV-2 es capaz de penetrar las máscaras y propagarse a distancias de hasta 1,5 metros (véase el punto 3), ¿por qué hay que introducir un hisopo a través de la nariz a unos 5 cm de profundidad en la nasofaringe para tomar la muestra de células para la prueba PCR? ¿Acaso no será porque los hisopos inyectan nanopartículas en el cerebro de las víctimas de la prueba?
La Haute Autorité de Santé (Autoridad Sanitaria, HAS) de Francia recomienda las muestras de saliva como alternativa, pero sólo para los sujetos que presentan síntomas. La HAS también recomienda los hisopos orales (hisopos orofaríngeos) para las pruebas de RT-PCR en personas asintomáticas cuando los hisopos nasofaríngeos están contraindicados.
Si el SARS-CoV-2 se transmite tan fácilmente como afirman la OMS y sus autoridades sanitarias afiliadas, ¿qué sentido tiene la engañosa distinción entre sintomático y asintomático? Esta distinción nunca se ha hecho en la historia de la medicina. Es un invento de los fabricantes de pruebas y de los creadores de la pandemia. Sería mucho menos intrusivo, más fácil y más seguro recoger saliva de la lengua y células del interior de la mejilla. Sin embargo, si quieres inyectar nanopartículas en el cerebro a través de la nasofaringe, necesitas un pretexto. Las pruebas de laboratorio independientes de los hisopos pueden aclarar rápidamente este punto.
Fuente:
Roger Burkhardt, Impressum der Referendumskomitees siehe Epidemiengesetz und Tierseuchengesetz: The Covid-19 PCR test – A shot of nanoparticles for your brain?