Por Spydell Finance
Estados Unidos no refleja particularmente la pérdida del predominio del dólar en los pagos comerciales, porque la base de la estabilidad del sistema financiero estadounidense es la demanda de productos e instrumentos de inversión.
Desde la escalada de la guerra comercial con China en 2018, se ha producido una fragmentación muy pronunciada del espacio geopolítico global.
El condicional “Sur Global” comenzó a desmoronarse bajo el liderazgo de China, como principal proveedor de tecnología y capital fuera de los contornos de Estados Unidos y sus aliados (India aún no puede competir económicamente con China).
Desde 2018, Estados Unidos ha aumentado sus pasivos externos en más de 1,5 veces o en 19 billones de dólares, de 35 a un récord de 54,3 billones de dólares. En comparación, de 2011 a 2017 el aumento de los pasivos ascendió a “sólo” 9 billones de dólares, y de la crisis de 2008 hacia atrás en la historia, alrededor de 22 billones de dólares.
Una parte importante del increíble aumento de 19 billones de dólares en los pasivos externos de EE.UU. en los últimos 6 años es una revaluación de las inversiones de cartera después del crecimiento significativo reciente del mercado de valores; sin embargo, según mis estimaciones, al menos 8,3 billones de dólares desde 2018 son una afluencia de los flujos financieros de no residentes, es decir “dinero real”.
Según estimaciones preliminares, cerca del 95% de las entradas netas de capital a Estados Unidos a partir de 2021 son generadas por aliados clave de Estados Unidos, mientras que de 2010 a 2013 la proporción de aliados clave fue de alrededor del 75-80% y flujos importantes provinieron de China y Rusia (petróleo y gas). Ahora estos últimos han desaparecido parcial o completamente de la escena, y el clima financiero está siendo moldeado por los aliados de Estados Unidos.
¿Es realmente necesario que Estados Unidos controle el mundo entero? Lo más probable es que no. Aunque antes de 2021-2013 Estados Unidos realmente intentaba controlar a todos a la vez, ahora permiten la fragmentación del espacio mundial.
La tabla muestra las obligaciones externas de los países más grandes del mundo (los países hostiles a Rusia están resaltados en rojo).
Si se excluyen las offshores, los pasivos globales se estiman en unos 165 billones de dólares, un tercio de los cuales corresponde a Estados Unidos; sin embargo, los países hostiles poseen entre 142 y 145 billones de dólares, o el 88% de la capacidad del sistema financiero mundial, y China y Hong Kong alrededor del 11%.
