Por Mente Alternativa
En un mundo marcado por pandemias y amenazas globales, la ciencia y la tecnología parecen ir un paso por delante. Sin embargo, el reciente anuncio de una patente financiada por DARPA ha desatado un debate internacional. Este desarrollo, parte del programa PREEMPT, busca crear vacunas universales contra algunos de los virus más mortales, como el Ébola, Nipah, Hendra, y diversos tipos de gripe, entre otros. Aunque oficialmente se presenta como un esfuerzo para prevenir pandemias, muchos expertos cuestionan los verdaderos objetivos de esta investigación.
El programa PREEMPT: un proyecto controvertido
Desde su inicio en 2018, PREEMPT ha investigado los mecanismos que permiten a los virus zoonóticos transmitirse de animales a humanos. Su enfoque principal han sido los murciélagos, reservorios naturales de enfermedades como el coronavirus, el Ébola y el Zika. Utilizando tecnologías avanzadas como CRISPR/Cas, el proyecto busca comprender y modificar la genética de patógenos para prevenir su propagación.
No obstante, las operaciones de PREEMPT se llevan a cabo en laboratorios de bioseguridad nivel 3 y 4 (BSL-3 y BSL-4), donde se trabaja con los virus más peligrosos del planeta. La combinación de alta tecnología y secretismo militar ha levantado sospechas sobre si este proyecto va más allá de la investigación médica.
De la investigación a la controversia
En noviembre de este año, la publicación de una patente para vacunas universales ha intensificado el debate. Históricamente, el desarrollo de vacunas sigue la aparición de un virus, no la precede. Esto ha llevado a cuestionar si DARPA está utilizando PREEMPT como una tapadera para el desarrollo de armas biológicas.
Los vínculos entre esta investigación y el COVID-19, cuyos orígenes también se relacionan con murciélagos, añaden una capa de inquietud. Si DARPA ya estaba trabajando en coronavirus en 2018, ¿es posible que algunos de sus experimentos hayan contribuido indirectamente a la pandemia?
El futuro: ¿Prevención o peligro?
La reciente patente abre una ventana tanto de esperanza como de incertidumbre. Si bien las vacunas universales podrían revolucionar la lucha contra pandemias, su desarrollo en el marco de programas militares levanta serias preocupaciones éticas.
En un mundo donde las tensiones geopolíticas están en aumento, el límite entre la investigación médica y el uso militar de la biotecnología se vuelve cada vez más difuso. ¿Qué sorpresas nos esperan en los próximos años? El programa PREEMPT de DARPA plantea más preguntas que respuestas, dejando a la humanidad frente a un inquietante dilema: ¿estamos construyendo un futuro más seguro o abriendo la puerta a nuevos riesgos globales?