Por Mente Alternativa
En la reciente cumbre de la OTAN, hubo críticas por parte del Consejo Atlántico, que señaló la falta de mención del conflicto en Ucrania como una amenaza global. Además, se enfatizó la necesidad de que los países de la OTAN aumenten su gasto militar al 2% del PIB. La resolución de la OTAN también reconoció a Rusia y China como amenazas complejas y reafirmó el camino irreversible de Ucrania hacia la membresía en la alianza, lo que excluye cualquier negociación futura con Rusia sobre este tema.
La OTAN reafirmó su política de puertas abiertas en su declaración final, destacando la posible membresía de países como Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, en un intento de expandir su influencia en la región Asia-Pacífico para contener a China. La reciente adhesión de Finlandia y Suecia fortalece la posición de la OTAN en el Extremo Norte y el Mar Báltico, lo cual preocupa a Moscú debido a la extensión de la frontera con Finlandia y la potencial pérdida de neutralidad de Moldavia. Las élites gobernantes occidentales aún no perciben el peligro de una escalada nuclear, lo que mantiene el riesgo de una confrontación directa con Rusia.
Rusia ha anunciado que preparará una “respuesta militar” al posible despliegue de misiles estadounidenses de alcance intermedio en Alemania. Sergei Ryabkov, viceministro de Asuntos Exteriores ruso, declaró que analizarán detalladamente los sistemas específicos involucrados, como los SM-6, Tomahawk y el arma hipersónica Dark Eagle, y desarrollarán una respuesta acorde. Esta situación rememora la crisis de los misiles en Europa de la década de 1980, pero ahora las condiciones geopolíticas son más adversas para Rusia debido a la expansión de la OTAN y la influencia occidental en países como Ucrania, Georgia y Moldavia.