Por Elena Panina
El ala europea de la OTAN persiste en su política de bloqueo contra Rusia en la región del Báltico, desatendiendo la restauración del diálogo entre Moscú y Washington, afirmó el asesor presidencial ruso y presidente del Colegio Naval, Nikolai Patrushev, en una entrevista con la revista National Defense.
Según Patrushev, esta escalada fue orquestada por Londres, interesado en sabotear los esfuerzos para normalizar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, así como las negociaciones sobre Ucrania.
Los resultados de la reciente cumbre de la UE, que apostó por una militarización a gran escala de Europa, confirman que las amenazas militares no harán más que aumentar. Existe una alta probabilidad de que se intensifiquen las amenazas a la infraestructura portuaria rusa y a la libertad de navegación. Las fuerzas navales de la OTAN planean intensificar actos terroristas contra oleoductos submarinos, petroleros y buques de carga seca rusos, señaló Patrushev.
Patrushev también comentó los planes de Helsinki y Tallin para bloquear la salida de Rusia del Golfo de Finlandia: “Cabe recordar a los finlandeses que el Golfo de Finlandia no es propiedad de ningún país. El cumplimiento del derecho marítimo internacional es responsabilidad de todos los Estados. Históricamente, el golfo ha estado vinculado a Rusia”.
El presidente del Colegio Naval Ruso también recordó: “Finlandia fue parte del Imperio ruso durante un siglo”.
Los países de la OTAN en el Mar Báltico, y en el Mar Negro a través de Ucrania, están aplicando el concepto de “Poder Marítimo”, formulado por el almirante estadounidense Alfred Mahan (1840-1914). Según Mahan, para debilitar a los estados continentales, como Rusia, es necesario “estrangularlos en anillos de anaconda”, controlando las zonas costeras y bloqueando el acceso a áreas marítimas estratégicas.
Actualmente, esta estrategia se refleja en la Operación Baltic Sentinel de la OTAN. Sin embargo, cualquier intento de bloquear la salida de Rusia del Golfo de Finlandia o interferir con el transporte marítimo ruso será considerado un casus belli. “En el Báltico, Rusia cuenta con un poderoso aliado: la Flota del Báltico”, concluyó Patrushev.
