La Organización Mundial de la Salud, OMS, por razones desconocidas, ha cambiado repentinamente su definición sobre la inmunidad colectiva. Es un concepto de la década ya comprobado desde 1920 y volviéndose cada vez más usado a lo largo del siglo XX. Más de 40.000 médicos y 13.000 científicos de todo el mundo ya han firmado la Declaración de Great Barrington, redactada por tres de los epidemiólogos más prominentes del mundo, que aboga por el fenómeno de la inmunidad colectiva natural como una forma de proteger a los vulnerables y minimizar los daños a la sociedad, y la Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS los ignora.
La inmunidad colectiva no es una “estrategia” como explica el artículo de The Lancet sobre la historia de este concepto, así que ignore cualquier medio de comunicación que lo describa de esa manera. La inmunidad colectiva habla directamente, de la observación empírica de del comportamiento de ciertos virus y el contagio. Esta se logra cuando una cantidad suficiente de personas de una población queda inmune luego de una infección, anulando las posibilidades de que la enfermedad se transmita entre más personas, evitando efectivamente que la enfermedad se extienda. Esto puede ocurrir naturalmente como en el caso del sarampión, ademas pasar por esta enfermedad nos deja inmunes de por vida. Cuando se contrae un virus y se lo combate, el sistema inmunológico codifica esa información de una manera que genera inmunidad contra él. Cuando esto le sucede a un número suficiente de personas (y cada caso es diferente), el virus pierde su propiedad de seguir infectando y se vuelve endémico, es decir, predecible y manejable. Cada nueva generación incorpora esa información a través de una mayor exposición. Cosa que las cuarentenas no permiten lograr.
Esto se ha enseñado en biología celular durante probablemente 80 años. Observar las operaciones de este fenómeno evolutivo aumenta el respeto por la forma en que la biología humana se ha adaptado a la presencia de patógenos sin que los medios de comunicación nos estén acosando con permanente exageraciones sin fundamentación científica.
Esta fascinante dinámica en la biología celular es una de las principales razones por las que la salud pública se volvió tan más predecible en el siglo XX. Se pudo manejar a los virus con relaciones médico / paciente. Incluso el New York Times reconoce que la inmunidad natural es poderosa con el Covid-19.
La inmunidad al coronavirus puede durar años
La inmunidad al coronavirus puede durar años, tal vez incluso décadas, según un nuevo estudio. Ocho meses después de la infección, la mayoría de las personas que se han recuperado todavía tienen suficientes células inmunitarias para defenderse del virus y prevenir enfermedades , muestran los nuevos datos. Una tasa lenta de disminución a corto plazo sugiere, felizmente, que estas células pueden persistir en el cuerpo durante mucho tiempo. Este estudio es el más completo y de mayor alcance sobre la memoria inmune al coronavirus hasta la fecha. Esto pone un fin a la fantasia de los laboratorios fabricantes, de lograr vacunas obligatorias de por vida.
Cambios hechos por la OMS
Pero ahora la Organización Mundial de la Salud, de repente decidió eliminar todo lo que se ha comprobado en todos los estudios científicos hasta la fecha. Literalmente ha cambiado la ciencia eliminado cualquier mención sobre la inmunidad natural de su sitio web y desinformando sobre las ventajas de las vacunas.
En la siguiente imagen tomada del sitio web del 9 de junio de 2020. Puede verlo aquí en Archive.org. Debe desplazarse hacia abajo en la página y hacer clic en la pregunta What is herd immunity? que es sobre inmunidad colectiva.
Esta definición es aceptable. En la actualidad se sabe que existen inmunidades cruzadas contra Covid de otros coronavirus y hay memoria de células T que contribuye a la inmunidad natural. La declaración anterior de la OMS es una descripción sólida, aunque “superficial”.
Sin embargo, en una captura de pantalla fechada el 13 de noviembre de 2020, han cambiado el texto y la nueva definición no menciona el sistema inmunológico y su capacidad para combatir los virus y luego obtener una inmunidad natural de por vida, como en el caso de sarampión por ejemplo, como si nuestra inmunidad dependiera de inyectarnos vacunas.
Con este cambio, la OMS intenta borrar años de avances médicos en virología, inmunología y epidemiología y no tiene fundamento científico.
Declaración de Great Barrington
Mas de 40.000 médicos y 13.000 científicos de todo el mundo ya han firmado la Declaración de Great Barrington , redactada por tres de los epidemiólogos más prominentes del mundo, que aboga por el fenómeno de la inmunidad colectiva natural como una forma de proteger a los vulnerables y minimizar los daños a la sociedad, y la OMS la ignora. Ahora vemos que la OMS solamente sigue los intereses de los laboratorios que la financian.
Claramente se está intentando tomar el poder de forma permanente, y hacer de un ser humano con un sistema inmunológico resistente, en un ser humano que depende de vacunas para defenderse de virus, que en muchos casos otorgan beneficios y menos riesgos que las vacunas.
La OMS ya no es confiable
En el siguiente video Dra. Soumya Swaminathan, científica en jefe de la OMS en Seguridad de Vacunas fue sorprendida contradiciéndose a sí misma cuando hablaba de sus dudas en la vigilancia de vacunas, a puertas cerradas en la Cumbre Global de Seguridad de Vacunas en Ginebra, Suiza, en diciembre del 2019 diciendo: “En varios países no hay sistemas de monitoreo eficientes para detectar la cantidad y tipos de efectos adversos que causan las nuevas vacunas incorporadas al calendario escolar”.
Dra. Soumya Swaminathan, científica en jefe de la OMS en Seguridad de Vacunas fue sorprendida contradiciéndose a sí misma.
La historia real de las vacunas
Es sus comienzo nos dijeron que una vacuna contra el sarampión nos daría inmunidad de por vida pero con los brotes de Sarampión en las universidades se demostró que la vacuna contra el sarampión como mucho dura de 10 a 12 años a veces menos y no hay posibilidad de inmunidad de por vida al sarampión con la vacuna.
Con la inmunidad inducida por la vacuna no hay participación de la inmunidad mediada por células por lo tanto nunca se logrará obtener inmunidad de grupo o rebaño a través de la vacunación.
La teoría de vacunarse por el bien mayor, el bien de todos, no es real, creer que los no vacunados están poniendo a todos en riesgo es falso y está siendo usado como estrategia de marketing para imponer la vacunación obligatoria.
Por otro lado hay personas que tienen baja respuesta a esta vacunas es decir que solo generan anticuerpos por dos años y luego los refuerzos no dan resultado , esta personas ponen en evidencia la imposibilidad de llegar a lograr el 90 % de inmunidad del colectiva por vacuna, como promueven los fabricantes de vacunas.
Historia
La idea nació en la década de 1930 cuando Arthur Hedrich, de la Universidad Johns Hopkins, descubrió que después de que el 55% de la población de Baltimore contrajera sarampión (y posteriormente se volvió inmune al sarampión), el resto de la población quedó protegida. Entonces, en noviembre de 1966, el Servicio de Salud Pública de los EE.UU. anunció un programa de vacunación masiva destinado a vacunar al 55% de la población que erradicaría el sarampión en los EE. UU. En 1967.
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Fuente:
Ciencia y Salud Natural — La OMS desvirtúa la definición de inmunidad colectiva.