Por EIRNS
Luego de que el director del FBI, Christopher Wray, anunció que dimitirá al final del mandato de Biden, la vehemencia de la oposición al nombramiento de Kash Patel como su sucesor se ha atenuado. Trump dejó claro que luchará por Patel, y el argumento de que no está cualificado se ha dejado de lado; los defensores de su postulación señalan su experiencia como fiscal y como investigador principal en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Gran parte del trabajo de Patel en este último puesto asusta a los opositores de Trump, ya que fue implacablemente persistente en su exposición del fraude de los ataques del “Rusiagate” contra Trump.
Pero los desagradables ataques continúan contra la designada por Trump para Directora de Inteligencia Nacional (DNI), Tulsi Gabbard, demostrando tanto el miedo a que exponga los crímenes pasados de sus predecesores, como la hipocresía de la casta dominante en la mentada “comunidad de inteligencia”. Una voz destacada del llamado Síndrome del Trastorno por Trump, Rachel Maddow de la cadena MSNBC, planteó sus “6 Razones” para oponerse a Gabbard en un “«Anuncio de Servicio Público” del 20 de diciembre. De las razones dadas, la mayoría son absurdas, que ella fue una vez “anti-gay”, ¡y que pertenecía a un culto hindú tipo Hare Krishna! Otras son repeticiones de las principales acusaciones contra ella: que cree en “teorías de la conspiración”, lo que la hace susceptible a la propaganda “de derechas” y a la “desinformación rusa”; y que no tiene experiencia como ejecutiva o en labores de inteligencia.
Como preparación para la batalla de confirmación, casi 100 ex diplomáticos y ex funcionarios de inteligencia y seguridad nacional firmaron una carta en la que citan su “falta de experiencia en el campo de la inteligencia”, según un informe del diario londinense The Guardian. El subtítulo del artículo dice: “Expertos en inteligencia asustados por Tulsi Gabbard”. Entre los nombrados se encuentra Anthony Lake, Asesor de Seguridad Nacional de Bill Clinton de 1993 a 1997 y uno de los principales defensores de la expansión de la OTAN hacia el Este. El artículo concluye que tales expertos “ven a Gabbard como peligrosa”, y ponen como ejemplo que expresó públicamente dudas sobre las acusaciones de que Assad utilizó armas químicas contra sus oponentes.
No es sorprendente que la prensa británica haya publicado numerosos artículos atacando a Gabbard. El Daily Telegraph, por ejemplo, afirma que “personalidades de la defensa británicas están alarmadas” por su elección. Su principal preocupación: “potenciales reducciones en el intercambio de inteligencia a través de la alianza de los Cinco Ojos”. También cita al ex jefe del MI6, sir Richard Dearlove, que se quejó de que Gabbard no tiene “experiencia en inteligencia y seguridad”. El diario británico The Independent cita a un ex veterano de los servicios de inteligencia estadounidenses no identificado que la acusó de ser “muy propensa a la desinformación, propensa a las teorías conspirativas”.
En cuanto a la acusación de “falta de experiencia”, muestra el temor a tener a alguien ajeno al viejo club de los chicos coordinando la inteligencia, que “carece de experiencia” en mentir y falsificar inteligencia para servir a los propósitos del Estado policiaco, y no ha mostrado ningún compromiso con la “relación especial” subyacente a los Cinco Ojos (las agencias de inteligencia de los cinco países angloparlantes: Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos). En particular, los británicos encuentran irritante que haya expresado su incredulidad ante las ONG financiadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores que acusan a Assad de utilizar armas químicas, y que crea que la operación militar especial de Putin fue provocada por la OTAN. En cuanto a ser “propensa a la desinformación”, parece que esta acusación se podría dirigir efectivamente a los medios noticiosos que la atacan, ya que fue la prensa británica y sus socios del cártel mediático estadounidense quienes difundieron las mentiras urdidas por gente como Dearlove, que van desde la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Iraq hasta las mentiras del “expediente chimbo” de Christopher Steele sobre el Rusiagate.
Para rematar, una historia sobre Gabbard no está completa a menos que incluya una cita del conocido psicópata estadounidense John Bolton, quien calificó el nombramiento de Gabbard por parte de Trump como “el peor nombramiento a nivel de gabinete de la historia”.
Advierta usted la mano británica en la planificación de la guerra nuclear estadounidense
