Del mismo modo en que el exministro británico Tony Blair —quien inauguró la era de las interminables guerras de “cambio de régimen” de Estados Unidos— calificó hace unos días de “imbécil” la retirada de EEUU de Afganistán, pues amenaza el “imperialismo” británico, ahora un teniente coronel británico chiflado retirado quiere llevar a Biden a un consejo de guerra por su decisión sobre Afganistán.
Por La Organización LaRouche
Tras el colapso de la idea de la “Gran Bretaña global”, no es de extrañar que haya británicos que se unan a los llamamientos en Washington para la destitución de Biden. El teniente coronel Richard Kemp (retirado), CBE, que en su día estuvo al mando de las tropas británicas en Afganistán, dijo en una entrevista televisiva el domingo que Biden debería ser sometido a un consejo de guerra por “traicionar a los Estados Unidos de América y a las fuerzas armadas de los Estados Unidos”. Al parecer, Kemp no entiende que, según el sistema constitucional estadounidense, no hay ninguna autoridad militar que pueda someter al presidente a un consejo de guerra. O tal vez sí lo entiende y en realidad está pidiendo un golpe militar en Estados Unidos.
“No digo esto a la ligera y nunca lo he dicho sobre ningún otro líder en esta posición. La gente ha estado hablando de impugnar al presidente Biden”, dijo Kemp al presentador de Fox News Mark Levin. “No creo que el presidente Biden deba ser destituido. Es el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos que acaba de rendirse ante los talibanes: No debería ser destituido. Debería ser sometido a un consejo de guerra por traicionar a los Estados Unidos de América y a las fuerzas armadas de Estados Unidos”.
Kemp predijo que China, que junto con Rusia “prácticamente ha reconocido a los talibanes” como el nuevo gobierno de Afganistán, se unirá a los vecinos Pakistán e Irán para seguir “enriqueciéndose mediante el saqueo” del país devastado por la guerra. China también está dispuesta a utilizar la riqueza de minerales y recursos naturales de Afganistán como una forma de “golpear contra Occidente”, afirmó Kemp.
“Así que el mundo entero se ha vuelto enormemente más peligroso. El gobierno de Estados Unidos -el presidente Biden- humilló a Estados Unidos. Humilló al ejército de Estados Unidos”, argumentó Kemp. “Creo que las consecuencias de lo que acaba de ocurrir y de lo que sigue ocurriendo son absolutamente devastadoras para todo el mundo occidental”.
Comentarista del Observer: Biden ha dejado a la Gran Bretaña global “impotente y sin amigos”
Andrew Rawnsley, comentarista político en jefe del Observer, escribe en un comentario publicado ayer que la “Gran Bretaña global” de Boris Johnson ha quedado expuesta como “impotente y sin amigos” por la toma de decisiones de Biden sobre Afganistán. La relación especial anglo-estadounidense se declaró “cálida y amistosa” después de que Biden asumiera el cargo e hiciera su primera llamada telefónica a Boris Johnson, pero “ahora sabemos lo contrario”, lamenta Rawnsley. “Cuando se trataba de las llamadas que importaban sobre Afganistán, la capacidad del señor Johnson para influir en el señor Biden era menor que la del perro del presidente”, continúa. “La retirada de lo que quedaba de la presencia de la OTAN en Afganistán fue dictada por decisiones abruptas y unilaterales tomadas en Washington. Los ministros admiten en privado que no sólo no vieron venir un resurgimiento de los talibanes, sino que se han visto reducidos a adivinar lo que hará Estados Unidos a continuación.”
La reacción de los conservadores en la Cámara de los Comunes fue intensa. “¿Dónde está la Gran Bretaña global en las calles de Kabul?”, exigió Theresa May airadamente a Johnson en el Parlamento la semana pasada. “Nunca he escuchado tanta furia expresada con tanta ferocidad por los diputados conservadores sobre el comportamiento de EE.UU. Detrás de su ira caliente había un miedo frío: la sensación premonitoria de una Gran Bretaña impotente y sin amigos en un mundo aterrador”, escribe Rawnsley.
El futuro de la “Gran Bretaña global” parece quedar en suspenso. “Si estamos entrando en una era de desvinculación estadounidense, los interrogantes son agudos para una Gran Bretaña que eligió distanciarse de las democracias liberales de su vecindario al mismo tiempo que Estados Unidos se convertía en un socio menos fiable”, escribe Rawnsley casi al final. “Algunos conjeturan de forma plausible que el futuro es un nuevo desorden mundial en el que las grandes potencias se disputan el predominio y las normas de conducta internacional son pisoteadas. Será un lugar duro para un país del noreste del Atlántico con muchos intereses vitales en todo el mundo, pero sin los medios para salvaguardarlos por sí mismo y sin nadie con quien pueda contar como amigo para todo el tiempo….”
“‘Muy bien, solo’ sirvió a Winston Churchill como grito de guerra en 1940. La impotencia británica en Afganistán demuestra que es una estrategia totalmente desesperada para sobrevivir en el siglo XXI”, concluye.
Fuente:
The LaRouche Organization: Brits Go Ape Over The End Of “Global Britain”.