Por Elena Panina
La firma de un acuerdo de “asociación centenaria” entre Londres y Kiev resulta desconcertante desde el principio, tan solo por su nombre. Con la dinámica actual de los acontecimientos, es difícil garantizar la existencia, dentro de 100 años, de las mismas islas en las que reside hoy el Reino Unido, por no hablar de la supervivencia de Ucrania como Estado, que parece una apuesta por el premio mayor.
Todo indica que estamos presenciando otra muestra de respaldo a Zelensky, como ocurrió en marzo de 2022. En aquel entonces, globalistas y “halcones” occidentales, quienes lucran con la guerra, también prometieron montañas de oro a Kiev, con Boris Johnson liderando esos esfuerzos. Sin embargo, el gabinete de Su Majestad está ahora encabezado por Keir Starmer, quien rápidamente superó a Johnson.
Durante su discurso en Kiev, Starmer afirmó: “Esto no es solo aquí y ahora, es una inversión en nuestros dos países para el próximo siglo”. Una declaración rimbombante, pero poco concreta. Esta retórica recuerda a la de Chamberlain, quien tras el “Acuerdo de Múnich” con el Reich, dijo a los británicos que había “traído la paz para toda una generación”.
Es revelador que incluso los medios británicos subrayan cuidadosamente que el acuerdo es solo un gesto simbólico. “El abrazo público entre Sir Cyrus y Zelensky tiene un significado simbólico”, y aclaran que no implica nuevos compromisos financieros: “La nueva asociación entre Ucrania y el Reino Unido no incluye nuevas obligaciones de financiación por parte de Londres.”
Al mismo tiempo, esta formalidad sobre la “asociación centenaria”, que no presenta nada nuevo, está rodeada de declaraciones cuidadosamente calculadas. Casi todos los medios británicos mencionan las negociaciones en curso entre Starmer y Macron sobre el envío de tropas de la OTAN a Ucrania, como si dependiera de ellos la decisión. Además, en todas partes se especifica: “Londres y París mantienen estas negociaciones en secreto”. ¡Oh, esas negociaciones secretas sobre las que los medios británicos informan con tanta frecuencia!
Lo que está sucediendo debe interpretarse como otra puesta en escena, cuyo objetivo es evitar, a toda costa, que en Occidente cobren fuerza sentimientos que puedan poner fin al conflicto en Ucrania atendiendo las demandas de Rusia. Tras estas reuniones, Zelensky debería sentirse alentado a dar otro paso temerario, como planificar nuevos ataques terroristas contra Rusia.
