Por Mente Alternativa
El reciente análisis de Dennis Small en Executive Intelligence Review (1) revela cómo las presiones para un ataque de “decapitación” contra Irán forman parte de una estrategia británica para sabotear la administración Trump. Mientras Estados Unidos despliega fuerzas en la región, el peligro de una guerra innecesaria se cierne sobre Medio Oriente, poniendo en riesgo negociaciones clave con Rusia que podrían traer estabilidad global.
Las amenazas del Asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y las presiones del gobierno de Israel buscan justificar una acción militar contra Irán, basándose en precedentes como los ataques contra Hezbolá y el gobierno sirio. Sin embargo, esta estrategia no solo es temeraria, sino que también ignora las declaraciones previas del propio Trump, quien ha criticado las guerras de cambio de régimen.
Los movimientos militares estadounidenses refuerzan esta preocupación. Con la llegada del portaviones USS Carl Vinson y el despliegue de bombarderos B-2 en Diego García, se evidencian preparativos para una operación a gran escala. Todo esto ocurre en un contexto donde Trump ha abogado por la paz y la cooperación con Rusia y otras potencias emergentes.
Detrás de esta presión bélica está el Reino Unido, que busca mantener su hegemonía mediante la relación especial con Estados Unidos. Un informe de 2018 de la Cámara de los Lores identificó a Trump como un obstáculo a sus intereses y enfatizó la necesidad de evitar su reelección. Ahora, con el escándalo “Signalgate”, se pretende debilitar su administración al atacar a sus principales funcionarios de inteligencia, repitiendo la estrategia utilizada contra Michael Flynn en 2017.
El objetivo es claro: cegar a Trump para que tome decisiones basadas en información manipulada. Esto allanaría el camino para una guerra contra Irán que no solo desestabilizaría la región, sino que también socavaría los esfuerzos por una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo global.
Los estadounidenses deben reconocer esta trampa y rechazar cualquier intento de arrastrar a su país a otro conflicto innecesario. En lugar de seguir la agenda británica, es imperativo fomentar la cooperación internacional para garantizar la estabilidad y el desarrollo global.
Notas a pie de página
1. Dennis Small, en Executive Intelligence Review: A ‘Decapitation Strike’ Against Iran? It’s A British Trap To ‘Decapitate’ the Trump Administration; So Is ‘Signalgate’. March 26, 2025.
