Por Mente Alternativa
A pesar de que el periodismo es esencial para la democracia según el Primer Ministro fabiano Sir Keir Starmer, en Reino Unido se ha intensificado la presión sobre periodistas pro-Palestina.
La reciente redada en casa de Asa Winstanley, periodista de Electronic Intifada, por la unidad antiterrorista de la Policía Metropolitana, es un ejemplo claro.
A Winstanley se le incautaron dispositivos bajo la Ley de Terrorismo del Reino Unido en el marco de “Operación Incessantness”, un proyecto contra el terrorismo con poca información pública.
Este incidente no es aislado; otros periodistas como Richard Medhurst y Sarah Wilkinson también han sido objeto de detenciones. La represión se extiende a activistas pro-Palestina, reflejando una política de intimidación que busca silenciar voces críticas sobre la situación en Gaza.
Mientras medios internacionales cubren estos ataques en otros países, en Reino Unido los principales medios han ignorado estos casos. Solo sindicatos y ONG de periodismo, como el NUJ y el Comité para la Protección de los Periodistas, han denunciado las agresiones a la libertad de prensa.
