Por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Australia
(10 de septiembre de 2021). Hoy, la TGA, siguiendo el consejo del Comité Asesor para la Programación de Medicamentos, ha impuesto nuevas restricciones a la prescripción de ivermectina oral. A partir de ahora, los médicos de cabecera sólo podrán recetar ivermectina para las afecciones (indicaciones) aprobadas por la TGA: sarna y determinadas infecciones parasitarias. Algunos especialistas, como los médicos de enfermedades infecciosas, los dermatólogos, los gastroenterólogos y los hepatólogos (especialistas en enfermedades del hígado) podrán recetar ivermectina para otras indicaciones no aprobadas si lo consideran apropiado para un paciente concreto.
Estos cambios se han introducido debido a la preocupación por la prescripción de ivermectina oral para la supuesta prevención o tratamiento de la COVID-19. La ivermectina no está aprobada para su uso en la COVID-19 en Australia ni en otros países desarrollados, y su uso por parte del público en general para la COVID-19 está actualmente muy desaconsejado por el National COVID Clinical Evidence Taskforce, la Organización Mundial de la Salud y la Food and Drug Administration de los Estados Unidos.
En primer lugar, hay una serie de riesgos significativos para la salud pública asociados a la toma de ivermectina en un intento de prevenir la infección por COVID-19 en lugar de vacunarse. Las personas que creen que están protegidas de la infección tomando ivermectina pueden optar por no hacerse la prueba o no buscar atención médica si experimentan síntomas. Hacer esto tiene el potencial de propagar el riesgo de infección por COVID-19 en toda la comunidad.
En segundo lugar, las dosis de ivermectina que se recomiendan para su uso en publicaciones poco fiables en las redes sociales y en otras fuentes para el COVID-19 son significativamente más altas que las aprobadas y consideradas seguras para el tratamiento de la sarna o del parásito. Estas dosis más elevadas pueden asociarse a efectos adversos graves, como náuseas severas, vómitos, mareos, efectos neurológicos como vértigo, convulsiones y coma.
Por último, en los últimos meses se ha multiplicado por 3 la dispensación de recetas de ivermectina, lo que ha provocado una escasez nacional y local de quienes necesitan el medicamento para la sarna y las infecciones parasitarias. Se cree que esto se debe a la reciente prescripción y dispensación para usos no aprobados, como COVID-19. Esta escasez puede afectar de forma desproporcionada a las personas vulnerables, incluidas las de las comunidades aborígenes e isleñas del Estrecho de Torres.
Sólo hay un producto de ivermectina oral aprobado por la TGA, el Stromectol ivermectina 3mg en tableta blister, que está indicado para el tratamiento de la ceguera de los ríos (oncocercosis), el gusano de los intestinos (estrongiloidiasis intestinal) y la sarna.
Todos los médicos pueden seguir recetando ivermectina oral para las indicaciones aprobadas. Sin embargo, la prescripción de ivermectina oral para las indicaciones no aprobadas está ahora limitada a determinados especialistas.
Fuente:
Australian Government, Department of Health: New restrictions on prescribing ivermectin for COVID-19.