Por EIRNS
25 de agosto de 2022 (EIRNS) — La cosa no se ve bien, si eres parte de la élite que formula la política, viendo desde la City de Londres al resto del mundo indisciplinado, un mundo que están tratando de controlar y saquear como lo han hecho por siglos.
Primero, todo su castillo de naipes financiero se está desmoronando, con una inflación rugiendo fuera de control por toda Europa a pesar de la política monetaria restrictiva que dirige la Reserva Federal. De hecho, el nuevo endurecimiento que se espera que se produzca en la próxima reunión anual de los banqueros del mundo en Jackson Hole, Wyoming el 26 de agosto, podría llevar a todo el sistema al abismo con una reacción en cadena de bancarrotas.
Cumbre de banqueros centrales en Jackson Hole: Colapsar la economía mundial para salvar a los bancos
Segundo, en el terreno las cosas no van muy bien para el ejército ucraniano, que es la granada de mano que están utilizando para tratar de hacer que Rusia se arrodille. Eso los deja con el terrorismo como opción (del tipo que vimos que se utilizó para asesinar a Darya Dugina); acciones tipo guerrilla y ataques con drones y sabotaje contra Crimea y otras partes de Rusia; y por supuesto, el viejo recurso de Bertrand Russell de amenazar con lanzar una guerra nuclear contra Rusia y China. Esa amenaza la renovó ayer la gélida como el hielo, Liz Truss, probablemente la próxima Primera ministra del Reino Unido, quien anunció —dos veces, en una sola frase— que ella estaba más que dispuesta a pulsar el botón nuclear.
Tercero, un número cada vez mayor de naciones del sector en desarrollo se niega a unirse a la política suicida de sanciones y confrontación militar contra Rusia y China. Al contrario, están buscando formas para distanciarse del proceso de saqueo mediado por el dólar, y unirse a la alternativa económica encabezada por China, en torno a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Cuarto, y posiblemente lo más problemático de todo para la City de Londres y Wall Street, es que hay un número creciente de influyentes voces sensatas en varios países que no se dejan intimidar para que guarden silencio, ni siquiera aquellos que han sido incluidos en las mortíferas listas de objetivos de los escuadrones asesinos del “Centro para Contrarrestar la Desinformación” y el Myrotvorets de Ucrania. Por el contrario, dicen las cosas como son. Eso es peligrosamente contagioso, en lo que respecta a Londres, especialmente en condiciones de desintegración como las actuales.
Historia no contada del imperio responsable del colapso del sistema financiero mundial
Por ejemplo, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, le dijo a los ministros de Defensa de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que estaban reunidos hoy en Taskent, Uzbekistán, que “el conflicto en Ucrania no es más que otro pretexto… para agotar estratégicamente a Rusia, para eliminar la rivalidad y advertirle a otros Estados que estén buscando una política exterior independiente”. La OCS está surgiendo como un polo económico y de seguridad opuesto al orden moribundo, afirmó.
El alemán Willy Wimmer, ex parlamentario y ex vicepresidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), declaró en una entrevista que «las palabras de la señora Truss constituyen un ‘peligro inminente’ para la paz y la seguridad… Es obvio que Londres está continuando su política de 300 años de la ‘Gran Bretaña global’, que de manera efectiva controló al continente y a gran parte del mundo”.
Y en Estados Unidos, la revista Newsweek citó a la candidata de LaRouche, Diane Sare (que está haciendo una campaña independiente por el Senado de Estados Unidos en contra del senador por Nueva York, Chuck Schumer), cuando advierte sobre el peligro de una guerra nuclear, y denuncia lo que está haciendo el Centro ucraniano para Contrarrestar la Desinformación (CCD) para silenciarla a ella y a otras personas: “La idea es decir que soy una terrorista de la información, que de alguna manera soy una criminal de guerra por decir que no deberíamos tener una guerra nuclear… eso es lo que ellos [el CCD] están diciendo”. Además el artículo habla de que Sare ha hablado en varias conferencias del Instituto Schiller, que Newsweek describe como “una organización política sumamente controversial que procura construir un orden económico de cooperación entre naciones como China, Rusia, India y Estados Unidos”.
¿Vamos a creer realmente que es algo “muy controversial” oponerse a una guerra nuclear, y buscar la cooperación entre Estados Unidos, Rusia, China, India y otras naciones —como Lyndon LaRouche hizo por décadas, y como Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller sigue haciendo? Entonces tal vez sería prudente tener una demostración de fuerza en la próxima conferencia del Instituto Schiller del 10 y 11 de septiembre, en la que se llevará a cabo un diálogo internacional de alto nivel precisamente alrededor de esas ideas “sumamente controversiales” en el centenario del nacimiento de Lyndon LaRouche.
El conflicto en Ucrania precipita el fin de la dominación occidental
Fuente:
EIRNS: Hay que decirlo como es. Editorial EIR 26 agosto 2022.