Por Executive Intelligence Review
22 de marzo de 2022 (EIRNS) — Luego de su declaración muy clara del 17 de marzo, de que la OTAN había provocado la llamada “agresión rusa” contra Ucrania, el Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa habló por teléfono con el Presidente de China, Xi Jinping, el 18 de marzo. Del comunicado de la parte china, se desprende que los dos mandatarios hablaron de mucho más que del peligro de guerra inmediato, posiblemente de cómo debería aparecer el mundo después de que el peligro haya pasado.
Al final de la conversación, “los dos mandatarios intercambiaron puntos de vista sobre la situación de Ucrania”, dice la reseña del canal chino internacional CGTN, “y coincidieron en que China y Sudáfrica comparten una postura similar sobre Ucrania, y que un país soberano tiene derecho a decidir su propia posición de forma independiente. Tanto China como Sudáfrica apoyan a Rusia y a Crimea para que mantengan el impulso de las conversaciones de paz y resuelvan las disputas mediante el diálogo y las negociaciones”. Ramaphosa había hablado con el Presidente Vladimir Putin el 11 de marzo, y se ofreció directamente a ser mediador en las posibles conversaciones, si se llegan a producir. “Expuse… nuestra convicción de que el conflicto debe resolverse a través de la mediación y la negociación entre las partes, y si es necesario, con la ayuda de organismos que puedan contribuir a aportar una solución al conflicto”, tuiteó Ramaphosa después de la conversación.
En la agencia británica Reuters claramente no están contentos con cualquier intento de llevar el conflicto a una pronta conclusión, y en su reseña de la declaración de Ramaphosa, en el sentido de que la OTAN es la agresora, Reuters dice que eso arroja “dudas sobre si sería aceptado por Ucrania u Occidente como mediador” en la crisis. Una reflexión razonable revelará que no es la supuesta parcialidad de Ramaphosa lo que les molesta, sino el intento de poner fin a la guerra.
Por parte de Estados Unidos, se ha ejercido una gran presión a través del Departamento de Estado, con conferencias de prensa espontáneas e intervenciones diplomáticas de alto nivel, como la subsecretaria de Estado para África, Molly Phee, y el subsecretario de Estado para la Gestión de Recursos, Brian McKeon. El 18 de marzo, el propio secretario de Estado, Tony Blinken, se trajo al presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahmat, al otro lado del océano para tener conversaciones a puerta cerrada. En la rueda de prensa posterior, Mahamat reveló que todo lo que consiguió fue un compromiso de Estados Unidos, en la forma de un Memorando de Cooperación sobre atención sanitaria, pero que por lo visto venía sin dinero ni vacunas.
Desesperados al ver que su “coalición de los dispuestos” se desmorona, Londres y Washington se están quedando sin lo que consideran sus “opciones diplomáticas”, lo que hace que la posibilidad de que recurran a las opciones militares sea cada vez más probable.
¿Por qué India, Brasil, Sudáfrica y Pakistán se han negado a condenar a Rusia?
Fuente:
Executive Intelligence Review: La continua insubordinación de Sudáfrica enfurece al eje Londres-Washington.