Por Mente Alternativa
Un artículo reciente de Pam Martens y Russ Martens, publicado por Wall Street on Parade, expone la controvertida relación entre el dogo Elon Musk, los megabancos de Wall Street y el intento de desmantelamiento de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB). Esta agencia ha devuelto más de $21 mil millones a consumidores víctimas de fraudes financieros desde su creación en 2010, por lo que su desaparición beneficiaría directamente a las grandes instituciones financieras que han respaldado las ofertas públicas de Tesla.
La estrecha relación entre Musk y Wall Street se remonta a la salida a bolsa de Tesla en 2010, con la participación de bancos como Goldman Sachs, JPMorgan y Morgan Stanley. A lo largo de los años, estos bancos han obtenido cuantiosas ganancias a través de las ofertas secundarias de acciones de Tesla. Sin embargo, la situación cambió cuando Musk adquirió Twitter (ahora X) en 2022, financiando la compra con $13 mil millones prestados por estos mismos bancos, quienes quedaron atrapados con la deuda tras la depreciación de la red social.
El reciente informe anual de Tesla ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) revela que Musk ha utilizado préstamos personales garantizados con acciones de Tesla para adquirir más acciones en las ofertas secundarias, lo que podría interpretarse como una maniobra para inflar artificialmente el valor bursátil de la compañía. Esta estrategia no solo pone en riesgo la estabilidad financiera de Tesla, sino que también expone la vulnerabilidad de los consumidores ante posibles prácticas de manipulación del mercado.
El ataque a la CFPB, simbolizado por el mensaje de Musk en X: “CFPB RIP”, coincide con las demandas presentadas por la agencia contra JPMorgan, Bank of America y Wells Fargo por su falta de protección a los consumidores frente al fraude en la red de pagos Zelle. La eliminación de la CFPB allanaría el camino para que Musk implemente su proyecto “X Money” sin la supervisión reguladora, lo que aumentaría el riesgo de abusos financieros.
El papel de Musk en la destrucción de la CFPB no solo beneficia a los megabancos aliados, sino que también refuerza su modelo de negocios basado en el favoritismo y la impunidad, al estilo de Donald Trump. Mientras las investigaciones y demandas contra las instituciones financieras permanecen congeladas, la población más vulnerable queda desprotegida ante la codicia de las élites financieras.
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