Por Mente Alternativa
El econonomista y exgobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha sido comparado con Mario Draghi por la BBC. Carney, conocido por su cercanía con el rey Carlos III y su papel en la política financiera internacional, ha sido una figura clave en la coordinación de políticas económicas alineadas con el establishment ultraglobalista.
Carney, quien busca reemplazar a Justin Trudeau como primer ministro de Canadá, ha expresado una postura contundente frente a la economía de EE.UU., defendiendo medidas proteccionistas y arancelarias. Durante su discurso de aceptación el 9 de marzo, destacó la necesidad de que Canadá y el Reino Unido actúen en conjunto en el nuevo escenario global.
Su historial en el sistema financiero es extenso y controvertido, explica Paul Gallagher en un artículo publicado por EIR.
En 2019, en Jackson Hole, Wyoming, propuso la sustitución del dólar por una moneda digital global gestionada por bancos centrales. Además, su iniciativa Global Financial Alliance for Net Zero, diseñada para desincentivar la inversión en combustibles fósiles, ha perdido credibilidad con la retirada de grandes entidades financieras. Su empresa Brookfield Asset Management ha sido objeto de escrutinio por prácticas de “gestión de capital circular” que Financial Times ha calificado de extremadamente complejas.
La influencia de Mark Carney en la economía global es innegable, y su posible ascenso al poder en Canadá podría reforzar una agenda económica alineada con los intereses del globalismo financiero de la aristocracia de Londres-Europa.
Por cierto, hay algo más que por obvias razones la BBC jamás revelaría sobre Mario Draghi y su relación con Úrsula Von Der Leyen:
“Draghi fue educado por jesuitas y está casado con Maria Serena Cappello, una influyente mujer de la antigua aristocracia de Venecia. Von der Leyen ha sido descrita por el Financial Times como ‘la persona más cercana a la realeza que uno puede encontrar en Alemania”’ De hecho, ella es hija de los Albrecht, una familia de financieros y aristócratas muy acaudalados vinculados a la aristocracia británica.”
Así narra el Financial Times la triangulación entre Úrsula Von der Leyen, Mario Draghi y Janet Yellen para declarar la guerra financiera a Rusia:
“Era el tercer día de la guerra en Ucrania, y en la planta 13 de la sede de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen había encontrado un obstáculo.
La presidenta de la Comisión se había pasado todo el sábado trabajando al teléfono en su despacho de Bruselas, buscando el consenso entre los gobiernos occidentales para el conjunto de sanciones financieras y económicas de mayor alcance y castigo jamás impuestas a un adversario.
El acuerdo estaba cerca pero, en Washington, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, seguía revisando los detalles de la medida más dramática y sensible para el mercado: sancionar al propio banco central ruso. Estados Unidos había sido el impulsor de las sanciones. Pero mientras Yellen estudiaba la letra pequeña, los europeos, preocupados por la posibilidad de que los rusos se enteraran de los planes, estaban ansiosos por llevarlos a cabo lo antes posible.
Von der Leyen llamó a Mario Draghi, primer ministro italiano, y le pidió que discutiera los detalles directamente con Yellen. ‘Estábamos todos esperando, preguntándonos: ¿Por qué tarda tanto?’, recuerda un funcionario de la UE. ‘Entonces llegó la respuesta: Draghi tiene que hacer su magia con Yellen’. Por la tarde, se había llegado a un acuerdo.
Yellen, que solía presidir la Reserva Federal de EE.UU., y Draghi, antiguo jefe del Banco Central Europeo, son veteranos de una serie de crisis dramáticas, desde el colapso financiero de 2008-09 hasta la crisis del euro. En todo momento, han transmitido calma y estabilidad a los nerviosos mercados financieros.
Pero en este caso, el plan acordado por Yellen y Draghi de congelar gran parte de los 643.000 millones de dólares de las reservas de divisas de Moscú era algo muy diferente: estaban declarando efectivamente la guerra financiera a Rusia.”
