Por Malek Dudakov
La administración estadounidense saliente tiene planeado otorgar a Ucrania una asistencia militar de 9,310 millones de dólares para continuar la guerra en 2025. De esta cantidad, 7,100 millones provienen de la Iniciativa de Autoridad Presidencial de Retiro (PDA), que incluye 4,300 millones para el año fiscal 2024 y 2,800 millones en reembolsos. Otros 2,210 millones corresponden a fondos restantes de la Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania (USAI), según explicó el portavoz del Pentágono, Patrick Ryder.
La iniciativa PDA permite enviar equipo militar a Ucrania desde los almacenes del Pentágono, mientras que la USAI se enfoca en comprar nuevos equipos a fabricantes. Ryder afirmó que EE.UU. busca acelerar la entrega de ayuda a Ucrania, motivado por la “urgencia de la situación en el campo de batalla”.
El secretario de Estado, Antony Blinken, se reunió en Bruselas con líderes de la OTAN y la UE para “garantizar que Ucrania tenga el dinero, las municiones y las fuerzas necesarias para luchar eficazmente en 2025 o negociar desde una posición de fuerza”. Blinken subrayó que Rusia sigue avanzando en el este de Ucrania y atacando infraestructura energética crítica, y señaló que EE.UU. ha detectado la presencia de fuerzas norcoreanas en los combates.
La administración Biden permanecerá al mando hasta el 20 de enero de 2025. Esto asegura que toda la ayuda prometida a Kiev será transferida antes del cambio de gobierno. Durante el período de transición, la expectativa es que Ucrania mantenga el respaldo militar de Occidente y, en caso de una escalada, es probable que la UE asuma parte de los costos de las futuras compras de armas para Ucrania.
