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Kazajistán: ¿Revolución de color diseñada por Occidente para sabotear el diálogo estratégico entre EEUU y Rusia y amenazar la integración euroasiática?

Fuentes apuntan al patrocinio por parte del MI6 británico para interrumpir el diálogo diplomático entre Rusia y Estados Unidos.

Kazajistán se sumió en el caos prácticamente de la noche a la mañana, en principio, por la duplicación de los precios del gas licuado, que alcanzó el equivalente (ruso) a 20 rublos por litro (compárese con una media de 30 rublos en la propia Rusia). Para muchos, es difícil entender por qué una gran potencia exportadora de energía como Kazajistán necesitaría aumentar el precio del gas para su propia población. La razón es el neoliberalismo desenfrenado y los proverbiales tejemanejes del libre mercado.

Pero más allá de los ya conocidos métodos de desestabilización de naciones, ¿cuáles son los objetivos estratégicos que tendrían las élites globalistas anglo-venecianas para desestabilizar Kasajistán?
La eliminación de la soberanía, la gestión externa y, finalmente, como norma, la formación de un partido político antirruso. Y aunque es demasiado pronto para afirmar que los eventos son parte de una revolución de color diseñada por Occidente, expertos advierten que los disturbios en varias ciudades estaban coordinados, y que la embajada estadounidense advirtió sobre estos desde el 16 de diciembre. Otras fuentes apuntan al patrocinio por parte del MI6 británico para interrumpir el diálogo diplomático entre Rusia y Estados Unidos, y forzar a aquella a retroceder contra el Occidente colectivo creando una gran distracción en su frente oriental.

Otros datos curiosos sobre la forma en que ha sido atropellada la soberanía de Kazajistán a lo largo de los años, debido a su importancia estratégica, son que: El gobierno de Kazajistán constituye uno de los mayores fondos de inversión en Israel, y que biolaboratorios del Pentágono en Kazajistán estudiaron coronavirus y agentes de bioterrorismo por una década.

 

 

1. Interrumpir los posibles avances diplomáticos entre Estados Unidos y Rusia

Al repasar los acontecimientos de los últimos días, Helga Zepp-LaRouche planteó la cuestión de si las violentas manifestaciones que estallaron ayer en Kazajistán estaban diseñadas para interrumpir los posibles avances entre Estados Unidos y Rusia que podrían derivarse de una serie de próximos acontecimientos diplomáticos. Es demasiado pronto para saber si se trata de una “revolución de color” organizada, dijo, pero debería investigarse, ya que está claro que los disturbios en varias ciudades estaban coordinados.

LaRouche dijo que esperaba una provocación para interrumpir las reuniones, que comienzan con una reunión de diálogo de estabilidad estratégica entre Estados Unidos y Rusia el 10 de enero. Con el anuncio del P5 del Consejo de Seguridad de la ONU de que las guerras nucleares no pueden ganarse y no deben librarse, existe la posibilidad de que se produzca un avance que se aleje de las provocaciones y la tensión geopolítica, que se ha ido acumulando.

En un artículo reciente, el prestigioso geoestratega Pepe Escobar publicó lo que le fue revelado por dos fuentes de inteligencia diferentes y de alto rango:

“La primera fuente fue explícita: toda la aventura kazaja está siendo patrocinada por el MI6 para crear un nuevo Maidan justo antes de las conversaciones entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN en Ginebra y Bruselas la próxima semana, para impedir cualquier tipo de acuerdo. Es significativo que los ‘rebeldes’ mantuvieran su coordinación nacional incluso después de la desconexión de Internet.

La segunda fuente es más matizada: los sospechosos habituales están tratando de forzar a Rusia a retroceder contra el Occidente colectivo creando una gran distracción en su frente oriental, como parte de una estrategia de caos rodante a lo largo de las fronteras de Rusia. Puede ser una táctica de distracción inteligente, pero la inteligencia militar rusa está observando. De cerca. Y para los sospechosos habituales, es mejor que esto no se interprete -de forma ominosa- como una provocación de guerra.”

 

 

2. Amenazar el papel estratégico de Kasajistán en la integración de la Gran Eurasia

Como advierte Pepe Escobar, Kazajstán fue la última república en abandonar la URSS, que se derrumbó hace más de tres décadas, en diciembre de 1991. Bajo el mandato de Nazarbayev, se embarcó inmediatamente en una política exterior autodenominada “multivectorial”. Hasta ahora, Nur-Sultan se estaba posicionando hábilmente como un mediador diplomático de primer orden: desde las discusiones sobre el programa nuclear iraní ya en 2013 hasta la guerra en/sobre Siria a partir de 2016. El objetivo: consolidarse como el puente por excelencia entre Europa y Asia.

Las Nuevas Rutas de la Seda, impulsadas por China, fueron lanzadas oficialmente por Xi Jinping en la Universidad Nazarbayev en septiembre de 2013. Esto coincidió rápidamente con el concepto kazajo de integración económica euroasiática, elaborado a partir del proyecto de gasto del propio gobierno de Nazarbayev, Nurly Zhol (“Camino brillante”), diseñado para impulsar la economía tras la crisis financiera de 2008-9.

En septiembre de 2015, en Pekín, Nazarbayev alineó Nurly Zhol con el BRI, impulsando de facto a Kazajistán al corazón del nuevo orden de integración euroasiático. Desde el punto de vista geoestratégico, la mayor nación sin litoral del planeta se convirtió en el principal territorio de interacción de las visiones china y rusa, del BRI y de la Unión Económica Euroasiática (UEE).

 

 

3. Una táctica de distracción contra Rusia

Para Rusia, Kazajstán es aún más estratégico que para China. Nur-Sultan firmó el tratado de la OTSC en 2003. Es un miembro clave de la EAEU. Ambas naciones mantienen enormes lazos técnico-militares y llevan a cabo una cooperación espacial estratégica en Baikonur. El ruso es una lengua oficial, hablada por el 51% de los ciudadanos de la república.

Al menos 3,5 millones de rusos viven en Kazajistán. Todavía es pronto para especular sobre una posible “revolución” teñida de colores de liberación nacional si el viejo sistema acabara por derrumbarse. E incluso si eso ocurriera, Moscú nunca perderá toda su considerable influencia política.

Así que el problema inmediato es asegurar la estabilidad de Kazajstán. Hay que dispersar las protestas. Habrá muchas concesiones económicas. El caos desestabilizador permanente simplemente no puede ser tolerado – y Moscú lo sabe de memoria. Otro Maidan -que ruede- está descartado.

 

 

4. Los sospechosos desestabilizadores habituales son bien conocidos

Al menos los propios caballos de Troya están siendo muy explícitos. Quieren una liberación inmediata de todos los presos políticos; un cambio de régimen; un gobierno provisional de ciudadanos “reputados”; y -qué más- “la retirada de todas las alianzas con Rusia”.

Y entonces todo llega al nivel de farsa ridícula, cuando la UE empieza a pedir a las autoridades kazajas que “respeten el derecho a las protestas pacíficas”. Como incitando a permitir la anarquía total, los robos, los saqueos, los cientos de vehículos destruidos, los ataques con rifles de asalto, el saqueo los cajeros automáticos e incluso el Duty Free del aeropuerto de Almaty.

Este análisis (en ruso) cubre algunos puntos clave, mencionando que “Internet está lleno de carteles de propaganda preestablecidos y memos a los rebeldes” y el hecho de que “las autoridades no están limpiando el desorden, como hizo Lukashenko en Bielorrusia”.

Los eslóganes hasta ahora parecen proceder de muchas fuentes: ensalzan desde el “camino occidental” hacia Kazajstán hasta la poligamia y la sharia: “Todavía no hay un objetivo único, no se ha identificado. El resultado vendrá después. Suele ser el mismo. La eliminación de la soberanía, la gestión externa y, finalmente, como norma, la formación de un partido político antirruso”.

Putin, Lukashenko y Tokayev mantuvieron una larga conversación telefónica, a iniciativa de Lukashenko. Los líderes de todos los miembros de la OTSC están en estrecho contacto. Ya se ha urdido un plan maestro -como en una “operación antiterrorista” masiva-. El general Gerasimov lo supervisará personalmente.

 

Leibniz y la raíz de la 1ª integración euroasiática saboteada por el Vaticano jesuita

 

Fuentes:

Helga Zepp-LaRouche, en Schiller Institute: Is a Color Revolution in Kazakhstan Designed to Disrupt U.S.-Russian Strategic Dialogue?

Pepe Escobar: Steppe on Fire: Kazakhstan’s Color Revolution.

 

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