Por Mente Alternativa
Israel ha anunciado su decisión de boicotear el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (UNHRC, por sus siglas en inglés), argumentando que este organismo mantiene un sesgo sistemático en su contra. Esta acción sigue la reciente retirada de Estados Unidos del consejo y refuerza la postura de que la ONU no trata a Israel de manera justa en sus resoluciones y debates.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, está compuesto por 47 estados miembros elegidos por la Asamblea General de la ONU en mandatos rotativos de cuatro años. Aunque Israel solo tiene estatus de observador en este órgano y no puede retirarse formalmente, ha declarado que no participará en sus debates ni en sus actividades.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, afirmó que el UNHRC ha demostrado una hostilidad persistente hacia Israel desde su creación en 2006. Señaló que Israel ha sido objeto de más de 100 resoluciones condenatorias, superando las sanciones impuestas a países con históricos abusos a los derechos humanos como Irán, Cuba, Corea del Norte y Venezuela juntos. Además, criticó que Israel sea el único país con un punto específico en la agenda del consejo.
Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, calificó la postura del UNHRC como un “fracaso moral”, acusando al organismo de albergar una agenda política en contra de Israel. Afirmó que esta institución ha fallado en su mandato de proteger los derechos humanos al permitir que países con graves violaciones a los derechos fundamentales eviten el escrutinio internacional.
Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, calificó la decisión de Israel como “extremadamente grave” y acusó a su gobierno de no asumir responsabilidades por sus acciones en los territorios ocupados. Según Albanese, el boicot demuestra una falta de interés en rendir cuentas ante la comunidad internacional.
Este movimiento de Israel es el último de una serie de enfrentamientos diplomáticos con la ONU. En octubre, el país prohibió las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), generando una ola de condenas a nivel global.
El boicot al UNHRC refleja el deterioro de las relaciones entre Israel y la ONU y reaviva el debate sobre el papel del organismo en la supervisión de los derechos humanos a nivel internacional. Con esta decisión, Israel refuerza su postura crítica hacia el sistema de Naciones Unidas y su papel en la diplomacia global.
