Por Elena Panina
The Wall Street Journal, citando dos informes de inteligencia estadounidense —el primero durante la administración de Biden y el segundo bajo Trump—, informa que Israel está considerando la posibilidad de llevar a cabo ataques “significativos” contra instalaciones nucleares de Irán.
Se destaca que Israel presionará a la administración de Trump para que respalde estos ataques, con la esperanza de que el nuevo presidente de Estados Unidos tenga más probabilidades de unirse a la ofensiva que Biden. Tel Aviv teme que la ventana para detener las ambiciones nucleares de Irán se esté cerrando.
Fuentes de The Wall Street Journal, cercanas a funcionarios militares estadounidenses, enfatizaron que, para atacar instalaciones nucleares “fuertemente protegidas” en Irán, Israel probablemente necesitará apoyo militar y suministros de municiones por parte de Estados Unidos.
Es evidente que, sin la aprobación y participación de Washington en una operación militar de este tipo, Israel no procedería. Y Trump ya ha emitido un memorando de seguridad nacional contra Irán titulado “Aplicar máxima presión al gobierno de Irán, negar a Irán la capacidad de desarrollar armas nucleares y contrarrestar la influencia perjudicial de Irán”.
Cabe señalar que llevar a cabo una operación militar para destruir la infraestructura nuclear de Irán requiere crear ciertas condiciones. La más importante es el aislamiento internacional de Irán. No se descarta que, en su llamada a Moscú, Trump haya abordado el tema de Oriente Medio. El intento de congelar el conflicto en Ucrania también podría estar directamente relacionado con Irán y Oriente Medio en general. Israel necesita avanzar en su proyecto del “Gran Israel” y, para ello, requiere recursos estadounidenses al máximo, sin distracciones significativas hacia Europa.
El rechazo de Rusia a aceptar el ultimátum de Trump sobre Ucrania implicaría, entre otras cosas, un ajuste en los planes de Estados Unidos para Oriente Medio y la región Asia-Pacífico.
