Por Mente Alternativa
El índice Nikkei de Japón cayó 4,451.28 puntos en una sola noche, la peor caída en términos absolutos en su historia, lo que representa una pérdida del 12.4% en un día. Este desplome fue impulsado por el temor de los operadores japoneses debido a las caídas en los mercados de EE.UU. la semana anterior, desencadenadas por malos datos económicos y la posibilidad de un conflicto mayor en el Medio Oriente, advierten los analistas Pam y Russ Martens.
En EE.UU., los futuros del Dow Jones cayeron 1200 puntos y el Nasdaq perdió 819.8 puntos, un 4.89%, en los primeros minutos de negociación. Las caídas del jueves pasado en EE.UU. fueron provocadas por un informe del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) que mostró una disminución en la actividad manufacturera a un mínimo de ocho meses. Además, un informe de empleo de julio mostró un aumento decepcionante de solo 114,000 empleos, lo que alimentó los temores de recesión.
Estos datos negativos llevaron a los inversores a buscar refugios seguros como el oro y los bonos del Tesoro de EE.UU. Por otro lado, Bitcoin también sufrió una caída significativa, cayendo de más de $60,000 a alrededor de $50,000. El índice de volatilidad VIX alcanzó su nivel más alto desde el pánico por el COVID-19 en 2020. Las acciones de los principales bancos de Wall Street continuaron cayendo, con Citigroup y Goldman Sachs registrando pérdidas considerables. Las tensiones geopolíticas y las decisiones de inversores destacados como Warren Buffett añadieron más incertidumbre al mercado.
El colapso de la economía en vísperas de las elecciones desestabilizará la situación en Estados Unidos. Se requerirá que la Reserva Federal elimine urgentemente la tasa clave e invierta billones en la economía, sólo para evitar que todas las burbujas se desinflen y exploten. Aunque esto provocará otro aumento de la inflación, que nunca ha sido superado del todo.
Quizás esté comenzando una nueva fase de la crisis financiera mundial, que amenaza con el colapso de la pirámide financiera del dólar y el colapso de la Pax Americana que se basa en ella, de cuya inevitabilidad hemos hablado repetidamente.