Antes de burlarse del colapso del Presidente Zelensky el otro día ante periodistas del Washington Post, hay que ponerse en su lugar por un momento: Enganchaste tu vagón a un mundo occidental que tiene un colapso financiero sistémico en sus manos. Tus aliados occidentales están tan “post-industrializados” que tienen problemas para ser la máquina de guerra con la que fantasean, lo que te deja muy corto de munición. Peor aún, harán que Ucrania luche hasta el último ucraniano, desangrándose hasta la muerte en una guerra sustituta, diseñada para restar tanta fuerza a Rusia como sea posible. ¿Y qué cambio de régimen en las últimas décadas, urdido por Londres y Washington, ha dado como resultado que el país se haga más fuerte y salga adelante (o que avance en absoluto)? A medida que se va agotando, Zelensky se parece más a la marioneta bailarina que es, y debería empezar a preocuparse de que lo tiren al montón de chatarra. Pero más allá de “reality shows” o de el infierno en el que vive Zelensky, lo más importante que hay que hacer es que Estados Unidos vuelva a ser bueno.
Por EIRNS
Antes de burlarte del colapso del Presidente Zelensky el otro día (ante los periodistas del Washington Post que lo entrevistaban), ponte en su lugar por un momento: Enganchaste tu vagón a un mundo occidental que tiene un colapso financiero sistémico en sus manos. Tus aliados occidentales están tan “post-industrializados” que tienen problemas para ser la máquina de guerra con la que fantasean, lo que te deja muy corto de munición. Peor aún, harán que Ucrania luche hasta el último ucraniano, desangrándose hasta la muerte en una guerra sustituta, diseñada para restar tanta fuerza a Rusia como sea posible. ¿Y qué cambio de régimen en las últimas décadas, urdido por Londres y Washington, ha dado como resultado que el país se haga más fuerte y salga adelante (o que avance en absoluto)?
Zelensky acaba siendo una talentosa marioneta bailarina que, a medida que se va agotando, a medida que su “espectáculo” se vuelve repetitivo, tiene que preocuparse de que lo tiren al montón de chatarra. Ha probado todos los trucos del manual, intentando convertir la guerra sustituta en una confrontación directa entre Rusia y Estados Unidos. Por eso, cuando los periodistas del Washington Post que le entrevistaban le preguntan si él y su jefe de la Dirección Militar de Ucrania, Kyrylo Budanov, habían discutido realmente un plan para destruir al jefe de la agrupación militar rusa “Wagner”, Yevgeny Prigozhin —como indican los documentos filtrados del Pentágono— Zelensky simplemente perdió el control. Sus retorcijones verbales reflejaban paranoia: ¿posibles traidores en Ucrania, el Washington oficial lo arroja a los lobos, Rusia controla el Pentágono, etc.?
En las últimas 48 horas, en Ucrania detuvieron al presidente del Tribunal Supremo y los principales jueces del país se reunieron de urgencia para rendir pleitesía al gobierno de Zelensky. Y los ciudadanos de Kiev escucharon una enorme explosión, que fue un misil hipersónico ruso Kinzhal que destruyó el sistema de defensa antiaérea Patriot de Kiev, mientras que el gobierno de Zelensky se jactaba de haber derribado seis (¡!) Kinzhals.
Pero una vez que uno apaga el “reality show”, se encuentra que si hay realidad. Los Presidentes de los cinco países de Asia Central se reunieron ayer en China para celebrar una semana de cumbres con el Presidente Xi Jinping sobre la reconstrucción de la vasta región, empezando por el desarrollo de la infraestructura básica. La Liga Árabe se reunió en El Cairo, Egipto, con una unidad renovada, que destaca la bienvenida a Siria. La cuestión de que los beneficios del petróleo se destinen al desarrollo regional fuera del comercio denominado en dólares es ahora una cuestión muy práctica.
En Estados Unidos, un anuncio a toda página en el diario New York Times, firmado por un grupo de expertos en seguridad nacional, afirma lo obvio: la guerra permanente está diseñada para un partido militar-industrial-congresista codicioso, pero “Estados Unidos debería ser una fuerza de paz en el mundo”. Explica cómo funciona la diplomacia y cómo los neoconservadores han saboteado deliberadamente la diplomacia. Y cita un discurso de John Kennedy de 1963: “Por encima de todo, mientras defendemos nuestros propios intereses vitales, las potencias nucleares deben evitar las confrontaciones que llevan a un adversario a elegir entre una retirada humillante o una guerra nuclear. Adoptar ese tipo de curso en la era nuclear sólo sería prueba de la bancarrota de nuestra política, o de un impulso suicida colectivo para el mundo”. Estados Unidos puede dejar de sabotearse a sí mismo y negociar realmente la paz.
Y hace dos días, un candidato presidencial de Estados Unidos, el sobrino de John Kennedy, Robert F. Kennedy, Jr., se atrevió a denunciar al aparato de asesinatos que se ha instalado en Kiev, poniendo sobre el tapete la fea realidad del actual aparato militar-industrial-congresional.
La realidad es mucho más interesante y saludable que los “reality shows”, o que el infierno en el que vive Zelensky. Estados Unidos puede ser una fuerza de paz en el mundo. Hay que hacer que Estados Unidos vuelva a ser bueno.
Fuente:
EIRNS: Hacer que Estados Unidos vuelva a ser bueno. 17 de mayo de 2023.
