Por Mente Alternativa
En medio de una crisis humanitaria sin precedentes en Gaza, el general israelí Oded Basyuk, quien ha sido señalado como uno de los principales responsables de la brutal ofensiva israelí en la franja, se pasea libremente por Londres. A pesar de las investigaciones en curso sobre los crímenes de guerra cometidos por Israel en Gaza, la impunidad de Basyuk es un claro ejemplo de la complicidad internacional en el genocidio palestino. Esta visita a Reino Unido, acompañada de reuniones con altos funcionarios del Ministerio de Defensa británico, pone en evidencia el papel activo de los gobiernos occidentales en la perpetuación de la violencia en la región.
Basyuk, quien ocupa un puesto clave en la dirección de operaciones del ejército israelí, fue uno de los arquitectos de la estrategia militar que permitió la masacre en Gaza durante los últimos 15 meses. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ya ha señalado que existe un caso plausible de genocidio en Gaza, mientras que la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes contra la humanidad. Sin embargo, la visita de Basyuk a Londres demuestra la falta de voluntad política para enfrentar estos crímenes.
Reino Unido, al ser firmante del Estatuto de Roma, tiene la obligación legal de cumplir con las órdenes de arresto de la CPI, pero el gobierno de Keir Starmer ha otorgado inmunidad diplomática a figuras como Basyuk, lo que permite que se muevan libremente sin enfrentar consecuencias legales. Esta situación refleja una contradicción flagrante en la política británica, que sigue respaldando a Israel a pesar de su participación activa en la masacre de civiles palestinos. Además, el Ministerio de Defensa británico ha facilitado el suministro de armas y municiones a Israel, lo que contribuye directamente a la violencia en Gaza.
La complicidad de Reino Unido con Israel no se limita a la venta de armas. Según informes, el gobierno británico ha proporcionado apoyo logístico y de inteligencia al ejército israelí, ayudando en la selección de objetivos en Gaza y facilitando vuelos secretos de las fuerzas especiales estadounidenses a Israel. Estos actos refuerzan la responsabilidad de Reino Unido en el genocidio palestino y la necesidad de una rendición de cuentas internacional.
Lo más alarmante es la indiferencia de los medios de comunicación británicos ante la visita de Basyuk. Mientras que la prensa israelí cubrió ampliamente la confrontación entre el general y el periodista de Declassified UK, Alex Morris, la mayoría de los medios británicos se mantuvieron en silencio. Este desinterés por parte de los medios refleja una complicidad más profunda en el encubrimiento de los crímenes de guerra cometidos por Israel, un comportamiento que ya se ha visto en casos anteriores, como la cobertura sesgada del conflicto y la falta de cuestionamiento a las acciones del gobierno israelí.
En contraste con la permisividad hacia los responsables israelíes, las autoridades británicas han intensificado su represión contra los activistas y periodistas críticos con la política israelí. Recientemente, periodistas como Ali Abunimah han sido arrestados en Europa por denunciar las atrocidades en Gaza, mientras que activistas pro-palestinos enfrentan cargos bajo leyes antiterroristas. Esta doble moral, que protege a los criminales de guerra mientras persigue a quienes luchan por la justicia, revela la verdadera naturaleza de la complicidad internacional en el genocidio palestino.
El caso de Basyuk es solo un ejemplo más de cómo las instituciones internacionales, los gobiernos occidentales y los medios de comunicación han jugado un papel clave en la perpetuación de la violencia en Gaza. La impunidad sigue siendo la norma, mientras los palestinos sufren bajo el yugo de un régimen genocida. La comunidad internacional debe exigir justicia y responsabilizar a los responsables de estos crímenes, comenzando con Basyuk y aquellos que lo han protegido en su camino hacia la impunidad.
