Se ha vuelto muy difícil distinguir dónde acaba el Estado Profundo y dónde empieza el cuarto poder; la llegada de Ben Nimmo a Facebook desde la OTAN es un ejemplo más de este fenómeno. No sólo Rusia está en el punto de mira de la OTAN. La semana pasada, el Atlantic Council publicó un informe anónimo de 26.000 palabras en el que afirma que su objetivo es un cambio de régimen en China.
Por Alan Macleod
Ben Nimmo, antiguo jefe de prensa de la OTAN y actual miembro senior del Atlantic Council, ha anunciado que Facebook le ha contratado para “dirigir la estrategia de inteligencia de amenazas globales contra las operaciones de influencia” y las “amenazas emergentes”. Nimmo nombró específicamente a Rusia, Irán y China como peligros potenciales para la plataforma.
Su anuncio fue recibido con alegría por varios funcionarios de la OTAN, pero no fue recibido con tanto entusiasmo por otros. “Más censura en camino mientras el ex oficial de prensa de la OTAN convertido en ‘investigador’ financiado por el Pentágono que etiquetó a personas reales como bots rusos y vendió desinformación para vincular a Jeremy Corbyn con las medidas activas rusas se traslada a la gran tecnología”, respondió el periodista de investigación Max Blumenthal.
El cuestionable pasado de Nimmo plantea ciertamente dudas sobre si el hecho de que un funcionario de este tipo tenga una opinión sustancial sobre lo que 2.800 millones de usuarios de Facebook en todo el mundo ven en sus feeds es un paso tan positivo para el intercambio libre y abierto de información.
“Agentes de desinformación”
Por ejemplo, en 2019, el líder del Partido Laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn, reveló documentos secretos del Partido Conservador que mostraban las negociaciones que el gobierno tory mantenía con Estados Unidos sobre la privatización del Servicio Nacional de Salud (NHS). A pocos días de las elecciones generales en el Reino Unido, el escándalo podría haber derribado al gobierno y haber llevado al poder al gobierno más radical y antibélico de la historia del país. Los medios de comunicación corporativos se lanzaron a dar vueltas a la noticia, y Nimmo fue una parte clave de esto, anunciando inmediatamente, sin pruebas, que los documentos “se parecen mucho a… una operación rusa conocida”. Su conjetura, supuestamente experta, permitió que la historia se convirtiera en “los vínculos de Corbyn con Rusia” en lugar de “los tories privatizando el NHS en secreto”. El trabajo de Nimmo ayudó a los conservadores a una victoria electoral y relegó a Corbyn al desecho.
Esto supuso un gran alivio para el Consejo Atlántico de Nimmo, que había tachado a Corbyn de “Caballo de Troya del Kremlin”, alguien que impulsaba la agenda de Moscú en el extranjero. Un general del ejército británico era de una opinión similar, afirmando que si Corbyn ganaba las elecciones, los militares responderían. El Secretario de Estado Mike Pompeo también dijo que el gobierno de Estados Unidos estaba “haciendo todo lo posible” para evitar que un izquierdista radical ganara el poder en el Reino Unido.
Nimmo ha sido extremadamente liberal con quienes califica de agentes de desinformación rusos. En 2018, su investigación identificó a un usuario de Twitter, @Ian56789, como un “troll del Kremlin”. En realidad, el usuario, Ian Shilling, era un jubilado británico, como pudo confirmar fácilmente Sky News, que lo entrevistó en directo y le hizo la pregunta patentemente absurda de si era realmente un bot ruso o no. A pesar de ser claramente un humano de carne y hueso, la cuenta de Shilling fue posteriormente eliminada de todos modos.
En el pasado, Nimmo también insistió en que Ruslana Boshirova era un influyente bot ruso. En realidad, se trata de una concertista de piano conocida internacionalmente, como habría demostrado una búsqueda en Google. Este tipo de comportamiento no augura nada bueno para quienes critican la política exterior de Occidente, que se han enfrentado a un acoso constante, a la suspensión o a la prohibición total de las redes sociales.
Golpe de estado a favor de la guerra
El Consejo Atlántico comenzó como una rama de la propia OTAN y mantiene conexiones extremadamente estrechas con la alianza militar. Sigue recibiendo importantes fondos de los gobiernos occidentales y de los contratistas de armamento, y su consejo de administración está repleto de altos funcionarios estadounidenses, como Colin Powell, Condoleezza Rice y Henry Kissinger. También aparecen en el consejo no menos de siete ex directores de la CIA y varios generales militares de alto rango, como Jim “Perro Loco” Mattis, Wesley Clark y David Petraeus.
En los últimos años, los empleados del consejo han penetrado profundamente en las grandes organizaciones tecnológicas y de medios sociales. En 2018, anunció que se había asociado con Facebook para ayudar en la curación de los feeds de noticias de Facebook de los usuarios de todo el mundo, dándole un poder considerable sobre qué tipo de opiniones destacar y cuáles degradar. Un año antes, Jessica Ashooh dejó el cargo de subdirectora de estrategia para Oriente Medio del Consejo para ocupar el puesto de directora de política en Reddit, el octavo sitio web más visitado de Estados Unidos. Sin embargo, al igual que ocurre con muchas agencias de inteligencia, no está claro si uno realmente “deja” el Consejo Atlántico.
No sólo Rusia está en el punto de mira de la OTAN. La semana pasada, el Atlantic Council publicó un informe anónimo de 26.000 palabras en el que afirmaba que su objetivo para China era el cambio de régimen y aconsejaba al presidente Biden que trazara una serie de “líneas rojas” a su alrededor, más allá de las cuales Estados Unidos respondería militarmente. Mientras tanto, el jefe del STRATCOM, el almirante Charles A. Richard, escribió que Estados Unidos debe prepararse para una posible guerra nuclear con Pekín.
Mayor control
La escalada militar se ha visto reflejada en la intensificación de la guerra de propaganda en línea, en la que Estados Unidos ha intentado aislar a China económicamente y detener el avance de las tecnologías chinas, como la red 5G de Huawei, el fabricante de teléfonos móviles y semiconductores Xiaomi y la aplicación para compartir vídeos TikTok. Nimmo ha contribuido a aumentar las sospechas sobre la nefasta actividad china en Internet, afirmando la existencia de una amplia red de bots pro-Pekín que anima a los estadounidenses a creer que China ha manejado la pandemia del COVID-19 mucho mejor que Estados Unidos. Parece que no se ha tenido en cuenta que los estadounidenses podrían haber llegado a esa conclusión por su cuenta.
Hay un enorme esfuerzo gubernamental para convencer a su población de la existencia de esfuerzos gubernamentales (extranjeros) para manipular sus opiniones en línea. En un caso masivo de proyección, las organizaciones gubernamentales occidentales señalan con el dedo a sus enemigos, al tiempo que se aseguran un mayor acceso y control sobre los propios medios de comunicación, hasta el punto de que ahora es difícil distinguir dónde acaba el Estado profundo y dónde empieza el cuarto poder. El paso de Nimmo de la OTAN al think tank alineado con la OTAN a Facebook es sólo otro ejemplo de este fenómeno. Quizás la razón por la que Nimmo no busca ninguna operación de influencia occidental en la red es que forma parte de una.
Fuente:
Alan Macleod / MPN — Facebook Hires NATO Press Officer Ben Nimmo as Intelligence Chief.
