Por The Epoch Times
En enero, un informe del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (pdf) advertía de que el programa de vacunación masiva de Israel podría crear una mutación resistente a las vacunas Covid-19. Preparado para el Centro Nacional de Información y Conocimiento sobre Coronavirus, el informe afirmaba que “la campaña de vacunación masiva que tiene lugar en paralelo a la epidemia activa en Israel puede “empujar al virus a evolucionar”.
En mayo, Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, el virólogo cuyo descubrimiento del VIH le valió el Premio Nobel en 2008, advirtió que las vacunas Covid-19 están generando variantes más mortíferas. “Estoy haciendo experimentos en el Instituto con pacientes que enfermaron de coronavirus después de ser vacunados. Les demostraré que están creando variantes resistentes a las vacunas”, dijo en una entrevista en Francia. “Son los anticuerpos producidos por el virus los que permiten que la infección se fortalezca. […] Está claro que las nuevas variantes se están creando […] gracias a la vacunación. ”
Aunque otros no están de acuerdo, el hecho de que la vacunación masiva en medio de una pandemia pueda crear variantes es un hecho científico elemental, dijo el Dr. Geert Vanden Bossche, virólogo belga cuyas credenciales en la industria de las vacunas incluyen puestos en GSK Biologicals, Novartis Vaccines, la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI) y la Fundación Bill y Melinda Gates.
En un discurso de apertura en la Cumbre de la Vacuna en Estados Unidos y en una carta a la Organización Mundial de la Salud (pdf), el Dr. Bossche expuso el peligro. Dado que las vacunas contra el Covid-19 no son capaces de eliminar el virus del Covid-19 rápidamente, crean un caldo de cultivo para las variantes, al igual que ocurre con las bacterias que no se eliminan cuando los pacientes no toman un tratamiento completo de antibióticos. El virus tiene entonces tiempo para adaptarse y mutar -lo que no lo mata rápidamente hace más fuerte a su descendencia-, lo que da lugar a la interminable cadena de variantes que vemos ahora.
Según el Dr. Bossche, el peligro de esta “evasión inmunitaria” aumenta en gran medida por los confinamientos, que impiden que el sistema inmunitario innato del cuerpo sea desafiado lo suficiente por patógenos aleatorios y otros agentes ambientales para mantenerlo entrenado y en forma, de forma parecida al desacondicionamiento que se produce cuando no hacemos suficiente ejercicio para mantener en forma nuestros corazones, pulmones y otros músculos.
La tormenta perfecta de un sistema inmunitario innato no apto y vacunas Covid-19 ineficaces contra virus mutantes cada vez más virulentos de su propia creación hará que las personas previamente infectadas por Covid-19 y los propios vacunados sucumban a la infección por las variantes, dijo el Dr. Bossche, que añadió que los vacunados corren un riesgo especial porque los anticuerpos específicos de larga duración producidos por la vacunación son especialmente propensos a neutralizar los anticuerpos generales del organismo (pdf).
La teoría de que las vacunas no son tan eficaces contra las variantes fue respaldada por un estudio no revisado por pares realizado en mayo por 14 investigadores de cinco facultades de medicina y universidades alemanas, que descubrieron que la variante Delta (india) B.1.617 altamente transmisible -una de las cuatro variantes clasificadas por la OMS como “variante de preocupación mundial“- tiene más probabilidades que el virus original de infectar a pacientes que han sido previamente vacunados o infectados.
Los autores concluyeron que la capacidad de la variante Delta para evadir los anticuerpos específicos del Covid-19 “puede contribuir a la rápida propagación de esta variante”, y añadieron que “en poblaciones con un alto porcentaje de individuos con respuestas inmunitarias preexistentes al SARS-CoV-2 [también conocido como Covid-19], las variantes virales que pueden escapar al control inmunitario tienen una ventaja selectiva”. Señalaron que un fenómeno similar puede haber ocurrido con la variante sudafricana, B.1.351, y una mutación brasileña llamada P.1, que también parecen prosperar en poblaciones con inmunidad adquirida a Covid-19.
En otras palabras, las personas que son inmunes al Covid-19 pueden seguir siendo vulnerables a variantes más transmisibles y/o mortales del virus.
Otro estudio no revisado por pares que apoya esta teoría fue realizado por el servicio de salud israelí Clalit y la Universidad de Tel Aviv. Analizó a 800 personas infectadas por el Covid-19 -de las cuales 400 habían sido vacunadas previamente y 400 no- para descubrir que los que se habían vacunado completamente con dos inyecciones de Pfizer contrajeron la variante sudafricana con una tasa ocho veces mayor que los que no se habían vacunado (aunque el tamaño de la muestra era muy pequeño). El estudio, que comparó los dos grupos por datos demográficos como la edad y el sexo, también descubrió que los que recibieron una inyección de Pfizer contrajeron la variante británica con más frecuencia que los que no lo hicieron.
En un artículo publicado en Science a principios de este año, titulado “New mutations raise specter of ‘immune escape‘”, se describía cómo las mutaciones más letales podrían aprender a evadir la respuesta inmunitaria en personas previamente curadas o vacunadas, lo que daría a la mutación una ventaja en las poblaciones de alta inmunidad. En un ejemplo, Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, demostró que E484K, una mutación en una preocupante variante sudafricana llamada 501Y.V2, reducía la potencia de los anticuerpos específicos hasta 10 veces.
Para combatir las oleadas de mutaciones causadas por el Covid-19, muchos expertos insisten en que se necesitan nuevas vacunas. Pero si estas vacunas se administran durante una pandemia, otros advierten que simplemente podrían perpetuar un círculo vicioso en el que las nuevas variantes engendran la necesidad de nuevas vacunas que engendran nuevas variantes.
Fuente:
The Epoch Times: Les vaccins anti-Covid-19 pourraient être à l’origine de variants, selon des experts israéliens et européens.
