Por Mente Alternativa
En un artículo publicado por Oriental Review, Kieran McGrath llama la atención sobre cómo el año 2024 ha sido de gran agitación política en Europa, mostrando la profundidad de las divisiones entre las élites políticas europeas y su creciente subordinación a Estados Unidos.
Un número creciente de expertos y miembros de la élite europea cuestionan la soberanía europea, señalando que esta dependencia se debe a la incapacidad de los europeos para llegar a un acuerdo sobre políticas exteriores clave, lo que les ha obligado a depender del liderazgo estadounidense. Este fenómeno se analiza en un informe reciente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, que destaca cómo Europa ha perdido su autonomía en asuntos internacionales y de defensa, volviéndose completamente dependiente de EE.UU.
La falta de consenso dentro de los Estados miembros y la tendencia de los partidos centristas a buscar una política de status quo han llevado a una mayor polarización social. Las elecciones recientes en Francia y el Parlamento Europeo muestran que los partidos centristas están cediendo terreno a partidos populistas y radicales. Este dominio centrista ha contribuido a que Europa pierda su propia arquitectura de seguridad, haciendo a la región dependiente de las garantías de seguridad estadounidenses.
Además, la brecha económica entre EE UU. y Europa ha aumentado, con la economía estadounidense superando significativamente a la europea. La falta de desarrollo tecnológico y militar, junto con la inferioridad del euro frente al dólar, han limitado la capacidad de Europa para actuar de manera independiente.
La formación de gobiernos fuertes que prioricen los intereses nacionales sobre los de EE.UU. podría cambiar esta situación, señala McGrath. La creciente popularidad de partidos que abogan por detener la ayuda militar a Ucrania en Alemania y Francia indica un posible cambio, pero la debilidad política de los centristas debe superarse para que Europa recupere su soberanía.
