¿Cuánta gente ha muerto realmente por Covid-19? se ha convertido en una pregunta intrigante, especialmente tras revelarse que Salud Pública de Inglaterra había estado registrando como “muerte por Covid” a cualquiera que muriera después de dar positivo a la inservible prueba PCR —que ya ni siquiera el Ministerio de Salud de España considera fiable—, incluso si se recuperaban rápidamente y morían por alguna otra causa, como atropellados por un proverbial autobús. Un estudio llevado a cabo por las autoridades sanitarias de la región de Östergötland, en el sudeste de Suecia, pretende responder a la pregunta, y aunque abarca a un reducido universo de estudio, confirma lo que ha sido evidente en muchos otros lugares y otros estudios que cuestionan los datos oficiales: que la mayoría de las personas registradas como fallecidas por el virus ya tenían una corta esperanza de vida debido a condiciones de salud subyacentes.
por Ross Clark
El estudio examina los casos de 122 personas que han muerto en la región fuera de un entorno hospitalario —ya sea en casa o en un alojamiento para ancianos— y cuyas muertes se atribuyeron al Covid-19. La mitad de este grupo tenía 88 años o más. De los 122 casos, se consideró que 111 tenían comorbilidades extensas (la presencia de una o más afecciones adicionales) y 11 tenían comorbilidades moderadas. Ninguno de los fallecidos, en otras palabras, gozaba de buena salud. Sólo en el 15% de los casos se consideró que Covid-19 era la causa directa de la muerte. El Covid-19 fue una causa contribuyente en el 70% de los casos, y en el 15% restante se consideró que la muerte había sido causada por otra causa subyacente, con mayor frecuencia una enfermedad cardíaca. El estudio puede leerse aquí, en sueco.
Continúa el debate sobre los aciertos y los errores del enfoque sueco respecto del Covid-19: si la negativa al confinamiento ayudó a evitar el desastre económico o si provocó miles de muertes innecesarias; si ayudó a los suecos a obtener cierto grado de inmunidad colectiva frente al Covid-19 o si el país sigue estando tan expuesto a una segunda oleada de la enfermedad como cualquier otra nación. El análisis realizado en Östergötland abarca una pequeña muestra de personas, pero proporciona alguna aclaración sobre la naturaleza de las muertes registradas por Suecia durante la epidemia. Confirma lo que ha sido evidente en otros lugares: muchas de las personas registradas como fallecidas por el virus ya tenían una corta esperanza de vida debido a condiciones de salud subyacentes, y un pequeño porcentaje de esas muertes no tenían nada que ver con Covid —la muerte habría ocurrido de todos modos por otra enfermedad, tanto si el fallecido había contraído el virus como si no.
Ministerio de Sanidad español: ‘El test no permite diagnosticar si usted tiene COVID-19’
Fuentes:
Region Östergötland — Dödsfall med Covid-19 på särskilda boenden eller i eget hem i Östergötland. Rapport efter journalgranskning.
Ross Clark / The Spectator — What per cent of Covid deaths are directly from Covid?