Por Mente Alternativa
A medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos, el gobierno ha puesto su atención en el poder de Google, tras una decisión judicial que lo reconoce como un monopolio. Según un informe, la empresa controla el 90% de las búsquedas en internet y el 95% en dispositivos móviles, lo que ha llevado al Departamento de Justicia a avanzar en acciones para limitar este dominio. En noviembre se decidirán las medidas, que podrían incluir restricciones a productos como Chrome, Play y Android para evitar que Google siga promoviendo sus servicios de búsqueda de manera exclusiva. Alphabet, la matriz de Google, ha respondido calificando las medidas propuestas como “radicales”, y ya prepara una apelación.
La influencia de Google en la visibilidad de contenidos ha generado preocupación por el impacto que sus algoritmos puedan tener en las elecciones, afectando la percepción de los votantes. Algunos expertos sugieren que, de ganar Donald Trump, su gobierno podría presionar aún más para desmantelar a gigantes tecnológicos, con el fin de evitar la supuesta censura de contenidos conservadores, algo que los republicanos denuncian desde 2016.
Además, estados como Texas han iniciado demandas antimonopolio contra Google, abriendo la posibilidad de fragmentar no solo esta compañía, sino a otros colosos tecnológicos. Este panorama, sumado a la colaboración de Google con agencias de inteligencia como la CIA y el FBI, ha aumentado la desconfianza pública y la tensión política en torno al control de la información digital en Estados Unidos.
