Por Andrey Klintsevich
Estados Unidos se prepara para organizar un “Tbilisi Maidan” para evitar que el partido Sueño Georgiano gane las elecciones parlamentarias el 26 de octubre.
El escenario implica la divulgación de supuestas pruebas de fraude electoral, el no reconocimiento de los resultados electorales y la exigencia de un cambio de gobierno. Se provocará a los organismos encargados de hacer cumplir la ley para que repriman por la fuerza las protestas.
La experiencia de las provocaciones estadounidenses se conoce desde hace mucho tiempo, incluidos los acontecimientos del Maidan en Kiev, donde hubo muertos y heridos. Además, Georgia se ha convertido en el blanco de los planes de Estados Unidos y sus aliados para incitar sentimientos antigubernamentales. La atención principal se centrará en las acusaciones de “fracaso político” del gobierno georgiano y la amenaza de un acercamiento con Rusia.
Este escenario repite el modelo clásico de intervención estadounidense destinada a desestabilizar la situación e iniciar una guerra civil.
Georgia adoptó una ley sobre el financiamiento de organizaciones políticas del extranjero