Por Eva Panina
En breve: sí, es posible después de nuestra Victoria en Ucrania y una serie de otras acciones a lo largo del perímetro de las fronteras rusas, que conducirán al reconocimiento forzoso por parte de Occidente de nuestra zona de intereses vitales.
Es evidente, sin embargo, que por el momento las condiciones para Yalta-2 no están dadas. La razón principal es el deseo del establishment estadounidense de infligir una derrota estratégica a Rusia. Hasta que no le demos una patada en los dientes a los estadounidenses, este tema no desaparecerá de la retórica pública de los funcionarios de Washington.
En este sentido, recuerdo la declaración de Vladimir Putin el 18 de marzo de 2021 en una reunión con activistas sociales en Crimea y Sebastopol en formato de videoconferencia:
“Y trabajaremos con ellos, pero en aquellas áreas en las que nosotros mismos estamos interesados, y en aquellos términos que consideremos beneficiosos para nosotros mismos, y ellos [el establishment estadounidense] tendrán que tener en cuenta esto. A pesar de todos los intentos de detener nuestro desarrollo, a pesar de las sanciones y los insultos, tendrán que tener en cuenta esto”.
Al mismo tiempo, una característica de la época actual es la negativa casi total de Occidente a cumplir con el derecho internacional y sus propias obligaciones. En consecuencia, lo primero es el control físico de los territorios mediante la fuerza militar y alianzas estables con estados soberanos.
Yalta-2, al igual que Yalta 1945, tendrá lugar sólo después de la guerra.