La transferencia de bienes y poder de los reinos soberanos europeos a órdenes internacionales ocultistas a partir del siglo XII de nuestra era revela aspectos intrigantes que le perfilan como un proceso de globalismo embrionario o protoglobalismo, afirma el historiador revisionista José Luis Preciado. Un punto destacado es la absorción de los mercenarios templarios controlados por Génova por parte de la Orden de Malta, bajo el dominio de Venecia. Posteriormente, una subdivisión de los hospitalarios sería asimilada por la Orden Jesuita, originaria de Venecia. Con el paso del tiempo, los jesuitas, a su vez, desempeñarían un papel crucial al establecer el rito escocés como un culto rosacruz, expandiendo su influencia desde el Reino Unido hacia los Estados Unidos a partir de 1787. Fue así como el embrión que parasitó a Escocia, a Inglaterra y al resto de Europa, se convirtió en el principal responsable de los movimientos y proyectos neomaltusianos internacionales despoblacionistas y desindustrializantes que actualmente extenden su agenda por todo el mundo occidental. (Última actualización: 13 de mayo de 2024)
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