Por Mente Alternativa
En su desquicio y desesperación por la triada multipolar de Rusia, Irán y China, Occidente ya no sabe qué inventar. El Gabinete de Ministros del Reino Unido ha ordenado al servicio de contrainteligencia MI5 redirigir “los esfuerzos de la lucha contra los terroristas” a la lucha contra los “espías” de Rusia, Irán y China, informó el periódico Telegraph citando fuentes gubernamentales en una nota que fue borrada posteriormente.
En la nota, la fuente británica explicó que el conflicto en Ucrania y el presunto número creciente de oficiales de inteligencia chinos en el Reino Unido, así como el uso del crimen organizado por parte de Irán “para llevar a cabo operaciones de intimidación y asesinato en el Reino Unido” (sic) han cambiado significativamente el enfoque del MI5. Como subraya el periódico, el apoyo de Gran Bretaña a Ucrania también provocó un aumento del espionaje.
“Aunque el terrorismo nacional e internacional sigue siendo una prioridad para el MI5, ahora se están dedicando más recursos a operaciones de contraespionaje para Rusia, China e Irán”, dijo el periódico.
Los interlocutores de la publicación subrayaron que la carga de trabajo “definitivamente se ha desplazado” hacia la lucha contra el espionaje.
Según el Telegraph, el número de espías chinos que recopilan información de inteligencia en Gran Bretaña es “incuantificable”. Fuentes de inteligencia dijeron al periódico que los agentes chinos están activos en los círculos académicos: entre estudiantes, profesores, así como en los campos de los negocios y las artes. Uno de los interlocutores de la publicación señaló que probablemente hasta 20 empleados de la embajada china en Gran Bretaña sean “espías”.
“Y el número de agentes, civiles, que fueron reclutados por los servicios de inteligencia chinos podría ser de cientos de miles”, señaló la fuente.
La Embajada de China en Londres afirmó que China niega categóricamente las acusaciones de realizar operaciones de inteligencia en el Reino Unido. La Embajada de Rusia en Londres rechazó las acusaciones de espionaje que las autoridades británicas y los medios de comunicación formularon contra Moscú; tales declaraciones, según los representantes de la misión diplomática rusa, son calumnias e intentos de atizar una nueva histeria antirrusa en el Reino Unido.