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Elecciones del poder judicial en México despiertan presiones de Washington: ¿Cómo elegir jueces que no sirvan a intereses extranjeros?

Estados Unidos considera que la reforma judicial en México podría afectar gravemente sus intereses económicos y políticos. Aquí te dejamos unos pasos simples para votar de forma informada y soberana.

Por Mente Alternativa

El próximo 1 de junio se celebrarán las históricas elecciones del poder judicial en México. Por primera vez, los ciudadanos podrán elegir directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, un paso sin precedentes en la historia del país. Esta profunda reforma judicial, promovida inicialmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora impulsada por la administración de Claudia Sheinbaum, busca acabar con la corrupción en uno de los poderes más opacos del Estado. Sin embargo, esta transformación institucional ha despertado un creciente rechazo desde Washington.

Se siente quien se siente en la Oficina Oval, Estados Unidos considera que la reforma judicial en México podría afectar gravemente sus intereses económicos y políticos. La principal preocupación de la Casa Blanca es que un poder judicial electo por el pueblo no garantice los amparos ni fallos favorables a las grandes corporaciones estadounidenses, especialmente en casos donde se enfrenta al Estado mexicano, como en el conflicto medioambiental con la empresa Calica en la península de Yucatán.

Las tensiones han ido escalando. Según reportes de ProPublica, el gobierno estadounidense ha comenzado a tomar represalias discretas, como la revocación de visas a políticos mexicanos y la elaboración de listas negras con presuntos vínculos con el narcotráfico. Estas acciones incluyen a figuras cercanas al partido gobernante de Sheinbaum, exfuncionarios y gobernadores, con el objetivo claro de presionar y deslegitimar el proceso electoral en puerta.

En paralelo, sectores del Partido Republicano en el Congreso han propuesto imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos a países como México. Este tipo de medidas, lejos de frenar el fenómeno migratorio, podrían agudizar la pobreza en regiones ya golpeadas por la desigualdad y la violencia, incrementando aún más la presión sobre la frontera norte.

Medios como The Economist han calificado la reforma judicial como una amenaza al estado de derecho, alegando que los jueces electos responderán al gobierno en turno y no actuarán con independencia. Esta narrativa, repetida por sectores conservadores en Estados Unidos, sugiere que la elección judicial equivale a una “captura del poder judicial” por parte de Morena, el partido gobernante.

La presión estadounidense se ha intensificado en todos los frentes: diplomático, económico y mediático. Voces como la del senador Marco Rubio e incluso funcionarios de la DEA han vinculado esta elección con el auge del narcotráfico y la supuesta pasividad del gobierno mexicano frente al crimen organizado. Se ha insinuado incluso una posible intervención militar, bajo el pretexto de combatir a los cárteles, lo cual representaría una violación directa a la soberanía nacional.

Si Estados Unidos realmente quiere acabar con el narcotráfico, debe invadir Wall Street y Londres, no México

Este escenario demuestra que transformar al país no solo implica vencer resistencias internas, sino también enfrentar poderosos intereses externos. Las elecciones del poder judicial son un paso audaz hacia la democratización del sistema judicial, pero también han desatado una confrontación geopolítica que pone a prueba la autonomía de México. La pregunta que queda en el aire es: ¿valdrá la pena este cambio histórico, a pesar del enojo de Washington?

¿Cómo elegir jueces que no sirvan a intereses extranjeros?

Las elecciones del poder judicial representan una oportunidad histórica para depurar uno de los poderes más cerrados y elitistas del Estado mexicano. Pero también existe el riesgo de que se infiltren candidatos ligados a intereses extranjeros trasnacionales. Aquí te dejamos unos pasos simples para votar de forma informada y soberana:

1. Investiga el perfil del candidato

  • Busca su historial profesional y público. ¿Ha trabajado para despachos internacionales, ONGs extranjeras o fundaciones financiadas por gobiernos como el de EE.UU.?
  • Revisa si ha sido juez, fiscal o funcionario. Analiza sus sentencias anteriores: ¿favorecieron a multinacionales o gobiernos extranjeros?

2. Evita candidatos con vínculos con centros de pensamiento o fundaciones extranjeras

  • Muchas fundaciones de “promoción de la democracia” operan como brazos blandos de influencia geopolítica.
  • Candidatos respaldados por organizaciones como USAID, NED o fundaciones privadas con sede en Washington, Londres o Bruselas deben generar sospecha.

3. Sigue el dinero

  • ¿Quién financia su campaña o publicidad? Aunque la ley lo prohíbe, es útil identificar posibles patrocinadores encubiertos a través de redes sociales, medios o alianzas políticas.
  • Si un candidato tiene gran cobertura mediática favorable en medios que suelen alinearse con intereses corporativos, cuestiónalo.

4. Escucha sus posturas en temas clave

  • ¿Qué dice sobre el Tratado de Libre Comercio, las remesas o el papel del capital extranjero en México?
  • ¿Está dispuesto a fallar a favor del Estado mexicano contra empresas contaminantes o evasoras?

5. Consulta en redes y medios independientes

  • Busca análisis y debates en medios alternativos, no solo en televisión o prensa tradicional.
  • Observa qué periodistas o analistas lo apoyan y cuál es su historial ideológico.

6. Desconfía del tecnocratismo sin arraigo nacional

  • El lenguaje técnico y neutral muchas veces oculta una obediencia estructural a modelos legales globalistas.
  • Prefiere candidatos con compromiso público, conciencia de clase, y defensa del interés nacional.

7. Vota con memoria histórica

Recuerda cómo jueces anteriores fallaron en momentos clave. No repitas el error de elegir ciegamente. Si un candidato representa más de lo mismo, es momento de cambiar.

Elegir a nuestros jueces no es solo un derecho, es una responsabilidad nacional. Si votamos por figuras ligadas a intereses externos, perpetuaremos la dependencia y la impunidad. Si votamos con conciencia crítica, podemos recuperar el poder judicial como instrumento del pueblo y no del capital.

México necesita jueces que respondan al pueblo, no a Washington, ni a Europa, ni a Wall Street, la City de Londres o el Vaticano.

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