En México, el silencio mediático muestra cómo el gobierno en la sombra ha decidido sepultar la conexión del culto sexual de Keith Raniere con dos hijos del poder, criados en la opulencia y protegidos por los medios de comunicación mexicanos: Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, y Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco de la Vega, presidente y director general del medio conservador Reforma.
Es muy difícil, después de que se ha dado un veredicto, que tanto Emiliano Salinas como Rosa Laura Junco no se hayan dado cuenta lo que realmente era Raniere. Los colores (naranja -Junco- y verde -Emiliano-) que ostentaron, como parte de la estructura de NXIVM, pareciera confirmar su deseo de llegar a ser parte de la cúpula de la pirámide. Sin embargo, pese a que el poder está atravesado a la sangre de estas dos personas, no hay una resonancia en los medios de comunicación tradicionales: ni Emiliano por ser hijo del presidente que privatizó a México, ni a Laura Junco por ser hija de un empresario que busca expandir su opinión como su verdad. Lo que si hay es un silencio cómplice, especialmente de Reforma, quien se muestra muy crítico frente al gobierno pero internamente guarda silencio.
Sin embargo, y contra el silencio mediático, es sumamente relevante y loable la labor que ha llevado a cabo el periodista Frank Parlato, quien fue el primero en develar los secretos de NXIVM en todo su esplendor, y que él mismo fue atacado por sus propios amigos a lo que él les respondió: “hay algo aquí que debe ser detenido”. Mientas en México, Aristegui Noticias y Juan Vázquez (@juansinatra) periodista de Milenio son los que le han dado un seguimiento puntual al juicio de Raniere en EEUU. No obstante, ¿por qué no darle la misma relevancia que le dieron al juicio del “El Chapo” si ello tiene una relevancia altísima por los apellidos involucrados?
Resulta relevante recordar que hace tiempo se difundió una noticia donde se cuestionó al hijo del presidente AMLO, José Ramón López Beltrán, por haber acudido a la legislatura mexiquense, y hasta la oposición interpuso una denuncia en la FEPADE. Sin embargo, el suceso hace cuestionar ¿por qué la oposición prefiere denunciar la participación del hijo de AMLO -pensemos lo más vil por lo que se le acusó- por nepotismo, pero no prefirieron denunciar la participación del hijo de Salinas en una organización donde su líder abusó sexualmente y torturó a mujeres? O peor aún ¿Por qué la oposición no pide una investigación sobre el grupo NXIVM y el vínculo de la hija de un medio que encabeza a la oposición?
Tantas preguntas y tantos medios informativos que no se preguntan, ni invitan a que su audiencia se pregunte. Es lamentable el nivel informativo que se vive en México donde se busca ocultar la complicidad de dos hijos del poder que crecieron en la cúpula pero que muestran la podredumbre de su espacio estructural. Por años, las élites, a través de los medios de comunicación, han vendido la idea del éxito como camino único a la felicidad, por años han buscado asimilar sus pensamientos a la mayoría de los mexicanos, por años prefirieron saquear al país que ayudarlo. Lo único que han buscado las élites es imponer sus sentimientos ¿cuáles? La corrupción, la degradación de las mujeres, la adoración al capital, el culto al líder… Resulta muy interesante que dentro de la élite se cultive el culto al líder: se le baile y se exhiba a sí mismo como objeto para el goce de su líder -tal cual lo hizo el hijo del expresidente Salinas-, que cada persona que participa frente a los ojos del líder se derrita como ser humano frente a él y se ofrezca como mero objeto o peor aún que le entregue a su hija virgen como tributo al líder replicando la parte más machista patriarcal de la sociedad que se busca erradicar.
Por lo tanto, NXIVM representa la podredumbre de las élites entregadas a los objetos, perdiendo su dignidad como humanos, alejándose de la sociedad para buscar “su sociedad”, cerrando los ojos ante las violaciones, bailando frente a su líder como cuerpos que optan por estar ahí y que gozan de entregarse a su líder hasta el grado de no sólo entregarse ellos mismo como objetos carnales sino entregar a su propia familia, cometer asalto moral para satisfacer al líder sin importarle las necesidad y pulsiones de sus seres queridos… Si la élite en México llegó a venderse a sí misma y hasta su familia ¿qué no le hicieron a un país como México?
Fuente:
Sin Línea — El silencio de los medios: Emiliano Salinas, Ana Laura Junco y sus vínculos con el líder de NXIVM.