Por Mente Alternativa
El presupuesto propuesto por la administración Trump para el año fiscal 2026 representa un golpe sin precedentes para la NASA, con un recorte del 25% que reduciría su financiación de $24.8 mil millones a $18.8 mil millones, niveles no vistos desde 1961 si se ajusta por inflación, según advierte Executive Intelligence Review. Este recorte implicaría el despido de miles de trabajadores y la cancelación de más de 40 misiones científicas cruciales en astrofísica, exploración planetaria y estudios climáticos. Expertos como Casey Dreier advierten que esta decisión equivale a un “evento de extinción” para la ciencia espacial estadounidense.
La justificación oficial del recorte, liderada por el exlobbista de la Heritage Foundation Russell Vought, apela a la “responsabilidad fiscal”, pero críticos denuncian que se trata de una estrategia miope que socava la capacidad de la NASA para mantener su liderazgo frente a competidores como China. Aunque el Congreso podría intervenir, la propuesta refleja una peligrosa reorientación de prioridades, privilegiando el programa Artemis mientras desmantela las bases científicas que sustentan la exploración espacial, el monitoreo climático y el avance tecnológico.
En paralelo, el presupuesto también propone recortes drásticos al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), incluyendo una reducción del 40.4% al financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y del 37.2% al Instituto Nacional del Cáncer (NCI). La Asociación de Institutos Oncológicos de EE.UU. (AACI) advierte que estos recortes amenazan con revertir décadas de avances en investigación biomédica que han salvado millones de vidas desde la promulgación de la Ley Nacional del Cáncer en 1971. La AACI califica estos recortes como un ataque directo al progreso científico y a la salud pública de los estadounidenses.
