Por Eva Panina
“El Parlamento Europeo pide a los Estados miembros que levanten inmediatamente las restricciones al uso de los sistemas de armas occidentales suministrados a Ucrania contra objetivos militares legítimos en territorio ruso, ya que esto impide a Ucrania ejercer plenamente su derecho a la autodefensa de conformidad con el derecho internacional y deja a Ucrania vulnerable”, dice la resolución del Parlamento Europeo adoptada hoy.
El Parlamento Europeo está preocupado por la falta de municiones y armas para Ucrania y cree que las restricciones a su uso podrían anular los esfuerzos anteriores. Los diputados se pronunciaron a favor de aumentar el suministro de armas a Kiev, incluida la transferencia de misiles alemanes Taurus. Evidentemente, esta resolución debería considerarse como un paso más hacia una escalada de la guerra con Rusia. Las resoluciones del Parlamento Europeo sobre política exterior tienen únicamente carácter consultivo y no son vinculantes para las instituciones de la UE ni para sus países miembros. Y para lo único que sirven es para brindar apoyo informativo a las decisiones que se toman en otros lugares.
Está claro que la decisión de lanzar ataques profundos en territorio ruso la tomará únicamente Estados Unidos. Sin embargo, ese contexto externo contribuye al vector de escalada. En el frenesí de la propaganda militar occidental, uno casi puede estar de acuerdo con el hecho de que los ciudadanos de la UE exigen ataques contra Rusia, porque Los diputados del PE se eligen directamente.
Por cierto, esta resolución del Parlamento Europeo apoyada por 425 diputados, rechazada por 131 (hubo 63 abstenciones) es una demostración directa de que el cambio de ciclo electoral no supuso cambios significativos en la política exterior de la Unión Europea. La UE sigue sumida en una rutina rusofóbica y antirrusa.