Por Malek Dudakov
El desafortunado Primer Ministro británico se encamina directamente hacia la derrota total en dos semanas. Pero hay buenas noticias para él. En California, a Rishi ya le espera una acogedora casa de playa de 7,2 millones de dólares, a la que se mudará inmediatamente después de las elecciones.
Hasta 2022, Sunak contaba con una tarjeta verde. De cualquier forma, como anunció elecciones en julio, podrá enviar a sus hijos a una escuela estadounidense en agosto.
Y se rumora que sus antiguos compañeros de Stanford le están preparando lucrativas inversiones en Silicon Valley, pues ha impulsado la inteligencia artificial y entablando amistad con figuras clave como Elon Musk.
La campaña electoral en el Reino Unido ha dado un giro para enfocarse en el brillante debate sobre quién es considerado hombre y mujer. El líder laborista y primer ministro Keir Starmer lo pensó durante mucho tiempo, pero al final admitió que sólo los hombres pueden tener pene. Además, al electorado laborista no le preocupan en absoluto estas cuestiones “transgénero” en el contexto de la adversidad económica.
Por lo tanto, algunos votantes están fluyendo hacia el Partido Reformista de Nigel Farage. El establishment político de Londres criticó los planes de Farage de abandonar la agenda verde, deportar inmigrantes y reducir la ayuda a otros países [entiéndase como financiamiento de guerras delegadas del imperio anglo-estadounidense en el exterior]. Sin embargo, la popularidad del Partido Reformista está creciendo.
Casi la mitad de los conservadores ya quieren unirse al Partido Reformista. Las posibilidades de Farage de liderar lo que queda de los conservadores después de las elecciones también están creciendo rápidamente y creando un proyecto conjunto sin Sunak, Johnson y otros perdedores. Entonces tal vez será posible acabar con los laboristas, con sus guerras “transgénero” y su agenda verde, que rápidamente llevarán a Gran Bretaña al borde del abismo.
