Extracto de una entrevista con Komsomolskaya Pravda, editado por el historiador Andrei Fursov.
Por Andrei Fursov
Somos mucho más grandes que Europa. Europa es parte de un continente enorme, una península que se considera un continente separado. Asimismo, siempre he distinguido a Gran Bretaña de Europa. Gran Bretaña es la isla de los bandidos, piratas y marginados que crearon a los Estados Unidos.
Además de Occidente, en el mundo también están China, India e Irán. Está claro que esto reduce el espacio para el desarrollo. Pero, por otro lado, esto está empujando a Rusia a cambiar su modelo de desarrollo económico. Si este cambio no se produce, Rusia simplemente no sobrevivirá a esta confrontación.
Ahora mismo casi todo está en juego. Y si el gobierno flaquea y capitula ante el Occidente externo e interno, entonces ese será su final. Por tanto, creo que la autopreservación del poder debería funcionar. Pero debe trabajar activamente y realizar una sujeción dolorosa.
La élite globalista tiene como objetivo debilitar a Rusia, creando una barrera entre Rusia y China, por un lado, y la Unión Europea, por el otro. Además, esto lo está haciendo la propia Unión Europea. Es un juego muy serio. Al parecer, una operación militar local de Rusia en Ucrania podría decidir el destino del mundo entero durante los próximos 15 a 20 años. Puede acelerar el proceso de reducción a cero y, por otro lado, puede romperlo en mil pedazos.
Pienso que China, resolviendo el problema de Taiwán y manteniendo buenas relaciones con Rusia, será capaz de forjar su propia zona en Asia. Pero para ello necesita la retaguardia rusa y una tensión constante con Estados Unidos.
Aunque existe el peligro del colapso de China. El mundo aún no se ha vuelto completamente multipolar; sólo se está volviendo multipolar. El mundo está entrando en una zona de caos. Los horarios cambiarán muy rápidamente. Pequeñas causas pueden producir grandes efectos. Basta con que una mariposa se siente en un cuenco y todo irá en la otra dirección.