Por Executive Intelligence Review
El cónclave militar multinacional del 26 de abril en la base aérea estadounidense de Ramstein, en Alemania, y su continuación, van mucho más allá de la OTAN global. Se trata de un auténtico Imperio Global de los autoproclamados, “basados en reglas”, aspirantes a gobernantes del mundo. Organizado por el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, con el propósito nominal de coordinar las armas militares para Ucrania contra Rusia, los asistentes procedían de la mayoría de las 40 naciones invitadas, incluidas las de África y el sudoeste de Asia, además de los miembros de la OTAN y los no miembros de Europa. Estas reuniones se celebrarán ahora mensualmente, y en marzo ya se creó una dirección en las instalaciones del ejército estadounidense en Stuttgart, denominada Centro de Control Europeo de Ucrania, o ECCU.
El propio Ramstein, que durante mucho tiempo fue un centro logístico y de despliegue de aviones no tripulados, está ahora aún más edificado. Ocupa una superficie de 1.400 hectáreas y sirve de cuartel general para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, África y el Mando Aliado de la OTAN. Hay un enorme centro médico con personal de traumatología y cirugía en profundidad, para la capacidad de guerra. En Stuttgart, en el cuartel general del Mando Europeo de EE.UU., se ha creado la plantilla de la ECCU, con personal de 15 naciones.
Alemania es una nación ocupada. El Bundestag ha ratificado hoy la nueva decisión de que Alemania envíe ahora armas pesadas a Ucrania, un compromiso que el gobierno alemán se había negado a asumir. Sin embargo, tras una fuerte presión sobre el canciller Olaf Sholz, éste accedió esta semana. También Canadá ha anunciado esta semana que enviará armas pesadas a Ucrania.
En Estados Unidos, el presidente Biden ha anunciado hoy un megacompromiso de armamento, con un megaproyecto de 33.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania en cinco meses: 20.000 millones de dólares en ayuda militar, 8.500 millones en apoyo económico y 3.000 millones en ayuda humanitaria.
La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, puso en palabras toda esta huida militar: “El retorno de la geopolítica”, título de un discurso que pronunció el 27 de abril en el banquete de Pascua del alcalde de Londres. Afirmando que debe haber una nueva “arquitectura de seguridad” que sustituya a las Naciones Unidas, despotricó sobre cosas como la necesidad de una “red de libertad”, en la que participen AUKUS, el bloque de defensa de Australia, Reino Unido y Estados Unidos; la QUAD Indo-Pacífica, formada por Estados Unidos, Australia, Japón e India; y un G7 convertido en una “OTAN económica”. En cuanto a China, dijo que los que dicen que debemos llevarnos bien con el “ascenso de China”, se equivocan en todos los aspectos. El ascenso de China no es inevitable.
Acompañando a la movilización militar de Ramstein de esta semana, hay una corriente de hiperpropaganda para demonizar a Rusia por los horribles crímenes de guerra en Ucrania y en general. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha acudido hoy a Bucha, en una visita muy publicitaria para lamentar los crímenes de guerra, antes de reunirse con el presidente Zelenskyy en Kiev.
El presidente Putin se dirigió ayer a todo el espectro de la arremetida militar y de la info-guerra, advirtiendo: “Permítanme subrayar una vez más: si alguien pretende intervenir desde el exterior y crear una amenaza estratégica para Rusia que sea inaceptable para nosotros, debe saber que nuestros ataques de represalia serán rápidos como un rayo”. Se dirigió al Consejo de Legisladores en el Palacio de Táuride, en San Petersburgo, con motivo de la jornada parlamentaria nacional.
La escalada de confrontación de esta semana marca un nuevo grado de peligro. También hace más importante el papel del Instituto Schiller de promover la activación del diálogo y la acción hacia una nueva arquitectura para la paz y el desarrollo.
Sin embargo, hay nuevas voces de sensatez que se abren paso entre las demandas de guerra. En Suecia y Finlandia suena la oposición a la entrada en la OTAN. Hoy, en la radio sueca, el líder del Partido de la Izquierda ha dicho “no” a la adhesión a la OTAN, planteando la amenaza de un enfrentamiento nuclear. Dijo que debe haber un referéndum. En Italia, el presidente Sergio Mattarella ha pedido una nueva Conferencia de Helsinki, en el espíritu de la reunión original de 1975 para discutir las bases comunes para la paz y la seguridad de toda Europa.
El Orden basado en tontos
Tan malvada como la geopolítica militar, los delirios sobre la economía son igualmente terribles. Las economías del Transatlántico se están hundiendo bajo un “orden basado en los tontos”. Incluso las estadísticas oficiales del gobierno publicadas hoy informan de que la economía estadounidense se contrajo un 1,4% en las 12 semanas de enero a marzo, sobre una base anualizada del PIB. Sin embargo, se produjo un sorprendente crecimiento en las importaciones estadounidenses. Obsérvese el colapso físico. Los ferrocarriles de Estados Unidos, por ejemplo, son tan disfuncionales que ya no pueden transportar mercancías a tiempo en absoluto. Desde 2016, se han recortado unos 45.000 puestos de trabajo en el sector ferroviario, así como locomotoras, patios de maniobras y otros equipos, con el fin de apuntalar temporalmente los valores de los accionistas de Wall Street. Como consecuencia, por ejemplo, aunque hay fertilizante en el almacenamiento central, no llegará a los agricultores a tiempo para la actual temporada de cultivos.
En Europa, hay llamamientos histéricos para cortar las importaciones de combustible de Rusia, a pesar del impacto que tendrá en el cierre de la industria europea, la agricultura y los niveles de vida. La UE está debatiendo ahora una sexta ronda de sanciones contra Rusia, ya que las otras cinco no funcionaron, y un embargo de petróleo y gas está entre las propuestas.
Mientras tanto, el mundo necesita desesperadamente medidas para dedicar toda la productividad posible y potencial a la producción de emergencia para hacer frente a la crisis alimentaria, a las necesidades sanitarias de la pandemia y a muchas otras cosas.
La forma de salir de esta locura se aborda en la campaña de petición internacional de los Institutos Schiller, “Convocar una Conferencia Internacional para establecer una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo para todas las naciones”, y en la propuesta política del Instituto Schiller del 28 de marzo, “El Plan LaRouche para una nueva arquitectura económica internacional”. En particular, los principios implicados se debatirán en un diálogo internacional de jóvenes el 7 de mayo, reconociendo que, como dice la invitación, “El mundo necesita desesperadamente el liderazgo político y moral de una nueva generación para trazar un nuevo rumbo para la humanidad.” Ponte en contacto. Mantente en contacto. Actúa.
Fuente:
British Empire Extols ‘The Return of (Militarized) Geopolitics’. Editorial EIRS del 29 de abril de 2022.