Por Mente Alternativa
En un análisis publicado por Executive Intelligence Review, el periodista David Shavin denuncia que el gobierno de Benjamín Netanyahu está utilizando el hambre como arma de guerra en Gaza, con el respaldo tácito de Washington. Desde el 2 de marzo, Israel ha bloqueado completamente el acceso a alimentos, medicinas y agua en la Franja, como preludio a una ofensiva militar destinada a ocupar la mayor parte del territorio y reducir a su población a un gueto en la frontera egipcia.
Mientras Estados Unidos continúa enviando armas al régimen israelí, la recién creada Fundación Humanitaria Gaza (GHF) ha anunciado una supuesta estrategia neutral de distribución de ayuda. Sin embargo, agencias humanitarias en el terreno se han negado a cooperar, denunciando que el plan solo contempla cuatro puntos de reparto en el sur de Gaza, excluyendo a cientos de miles de personas vulnerables. Además, las condiciones impuestas exponen a las familias al saqueo y la violencia, producto del colapso social inducido por el asedio.
Israel no ha confirmado oficialmente la suspensión del bloqueo, y su gabinete ya ha decidido que la ocupación será definitiva tras la visita de Donald Trump a la región. La GHF aparece, entonces, como un instrumento de relaciones públicas que busca desviar la atención internacional de lo que claramente constituye una operación de limpieza étnica. Mientras tanto, organizaciones de ayuda continúan señalando que los principales responsables de la violencia y el hambre son las fuerzas israelíes que operan impunemente sobre un territorio sitiado.
