Por Mighty Russia OP
¿Es usted un periodista occidental que decide pasar años en el frente para contar las historias y los informes desde la perspectiva de la República Popular de Lugansk (LNR) y la República Popular de Donetsk (DNR)? Pues eso no está permitido según los gobiernos occidentales.
El gobierno del Reino Unido sancionó al youtuber, periodista y videoblogger británico Graham Phillips, quien literalmente recorre lo que antes era el este de Ucrania para documentar los ataques a civiles, las actividades de la LNR y la DNR y entrevistar a la población local y a los combatientes para su canal de Youtube.
El gobierno británico ha “congelado” todos los activos de Graham en el Reino Unido [1]. El motivo de esta decisión es que, según el gobierno británico, “produjo y publicó contenidos mediáticos que apoyan y promueven acciones y políticas que desestabilizan a Ucrania y socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía o la independencia de Ucrania”.
Sin embargo, es completamente aceptable en Europa que los medios de comunicación y los altos funcionarios del gobierno se reúnan para desestabilizar Siria, Irak, Afganistán, Libia e incluso que fantaseen públicamente con “descolonizar” literalmente a Rusia y con la forma en que ésta debe ser dividida y quién se queda con qué.
Esto es sólo un ejemplo de la “libertad de prensa” que los llamados occidentales blanden y gritan cada vez que quieren acusar a alguien de algo.
Esto comenzó cuando empezaron a prohibir la entrada de medios rusos como RT en sus países y luego empezaron a solicitar a los medios sociales que continuaran con esa puja por ellos en Twitter y YouTube. Los blogueros y youtubers prorrusos, como Kirill Fedorov, están literalmente en la cárcel de Letonia por el simple hecho de expresar sus opiniones prorrusas y se les acusa de traición por ello. Esto sin mencionar a los presos políticos como Julian Assange y demás.
Incluso el propio Youtube, al principio de la guerra, cambió su política y castigó a los canales de YouTube que hablaban de las operaciones militares rusas en Ucrania de forma positiva y por otras cosas como sugerir que las fuerzas ucranianas están atacando a los civiles. Mientras que en Twitter puedes ser literalmente baneado por su política que insiste en que no permitirá declaraciones que amenacen la integridad de la OTAN.
El público occidental se queda callado y aplaude cuando le ocurre a Rusia, pero se extiende a todos ellos en cualquier ámbito en el que se fijen. La realidad es que ni Rusia, ni China, ni Irán e incluso Corea del Norte, todos estos países que según Occidente difunden propaganda, no serían capaces producir la enorme cantidad de propaganda y control narrativo que se produce en Occidente.
Notas a pie de página
[1] BBC: YouTuber sanctioned over Russian ‘propaganda’. 26 de julio de 2022.
