Por Mente Alternativa
Las grandes potencias se espían todo el tiempo a través de sistemas satelitales y de forma tan sofisticada que la historia del globo “espía” chino que sobrevoló los Estados Unidos, y que fue derribado por EE.UU., parece poco más que una historia llena de aire.
En su momento, China declaró que se trató de un “dirigible” que volaba con fines meteorológicos civiles y otros fines científicos, y lamentó que se hubiera adentrado en el espacio aéreo estadounidense.
Pero el complejo militar industrial siempre necesita alimentar la idea de que hay enemigos imaginarios que atentan contra la seguridad del imperio. De hecho, mientras los medios de masas divulgaban la historia del globo espía, la Administración Biden canceló una importante visita diplomática del secretario de Estado Anthony Blinken a China.
Quizá, más que por globos aerostáticos chinos, el pueblo estadounidense debería preocuparse por la manera en que está siendo conducido hacia una guerra directa con Rusia y China que podría significar el fin de la civilización, o por la forma en que es espiado a través de sus teléfonos móviles, de sus redes sociales y otras plataformas de tecnología intrusivas —como las vacunas nanotecnológicas—, y no precisamente por el Partido Comunista Chino sino por las élites occidentales que controlan el supuesto mundo “libre”.
