Por Mente Alternativa
El mundo financiero está en medio de una revolución silenciosa, donde dos visiones opuestas compiten por dominar el futuro de los sistemas de pago globales. Por un lado, los BRICS, liderados por Rusia, proponen un sistema de pagos basado en una moneda blockchain gestionada por bancos centrales. Por otro, Estados Unidos apuesta por criptomonedas respaldadas por el dólar, creadas por empresas privadas. Este choque no solo redefine las reglas del juego financiero, sino que también plantea preguntas sobre el futuro del dólar y la hegemonía económica estadounidense.
En la Cumbre de los BRICS de 2024 en Kazán, Rusia presentó una propuesta audaz: crear una moneda blockchain como unidad de cuenta para los pagos comerciales entre los países miembros. Esta moneda sería gestionada por los bancos centrales de los BRICS, lo que garantizaría un control estatal sobre su emisión y uso. La idea es reducir la dependencia del dólar estadounidense y crear un sistema financiero más equitativo y descentralizado, pero bajo supervisión gubernamental.
Esta propuesta no solo desafía el dominio del dólar, sino que también refleja una creciente desconfianza hacia el sistema financiero liderado por Occidente. Con países como China, India y Brasil apoyando la iniciativa, los BRICS podrían sentar las bases para un nuevo orden económico multipolar.
Mientras los BRICS avanzan con su propuesta, Estados Unidos ha optado por una estrategia diferente. El 23 de enero, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe a la Reserva Federal desarrollar una moneda digital de banco central. En su lugar, la orden promueve el uso de “stablecoins” respaldadas por el dólar, gestionadas por empresas privadas.
La idea es que estas criptomonedas, respaldadas por letras del Tesoro estadounidense, fortalezcan la demanda de deuda pública en un momento en que los inversores extranjeros están reduciendo su exposición al dólar. Sin embargo, esta política no está exenta de riesgos. Al depender de empresas privadas no reguladas, el sistema podría volverse vulnerable a la especulación y la falta de transparencia.
Detrás de esta estrategia hay nombres conocidos. David Sacks, el “zar de las criptomonedas” de la Casa Blanca, y Elon Musk, con su criptomoneda Dogecoin, son algunos de los impulsores de esta visión. Además, figuras como Howard Lutnick, CEO de Cantor Fitzgerald, y Scott Bessent, un destacado inversor en Bitcoin, juegan un papel crucial en la promoción de las stablecoins respaldadas por el dólar.
Sin embargo, esta política ha generado escepticismo. ¿Cómo pueden las criptomonedas respaldar al dólar si su valor depende de la confianza en el sistema financiero estadounidense? Para muchos, esta estrategia parece más un intento desesperado por mantener la hegemonía del dólar que una solución sostenible.
El enfrentamiento entre el sistema blockchain de los BRICS y las criptomonedas respaldadas por EE.UU. marca un punto de inflexión en las finanzas globales. Mientras los BRICS buscan reducir la dependencia del dólar y crear un sistema más equitativo, Estados Unidos apuesta por mantener su dominio a través de la innovación financiera privada.
Este choque no solo redefine las reglas del juego, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la economía global. ¿Será el blockchain de los BRICS la clave para un nuevo orden financiero multipolar? ¿O las criptomonedas respaldadas por el dólar mantendrán la hegemonía estadounidense? El tiempo lo dirá, pero una cosa es clara: el futuro de las finanzas nunca ha sido tan incierto ni tan emocionante.
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